jueves, 2 de septiembre de 2010

El plan B


http://www.elnuevodiario.com.do/app/renderimage.aspx?s=8&m=0&i=3AFC53BC-1CEE-40CC-A451-2A97B217EDA3&f=434


La semana pasada mientras participaba en el Campus Internacional de Jóvenes Lideres de la Unión de Partidos Latinoamericanos (UPLA), celebrado en General Rodríguez, Provincia de Buenos Aires, Argentina, pude compartir y comparar medidas y políticas publicas con mas de 40 jóvenes lideres de toda Latinoamérica. Presidentes y Vicepresidentes de la juventud de sus respectivos partidos.

Recibimos cátedras de política y gestión publica por figuras de importante trascendencia histórica en toda Latinoamérica. Personajes como el Ing. Felipe Sola, Eduardo Duhalde, Ing. Mauricio Macri, Fernando Narváez, Mario Ferrari, Dra. Mariella Franz, Ramon Freixa, Jorge Sandrock entre otros, candidatos presidenciales, intendentes, diputados, jueces, gobernadores y expertos en derecho internacional. Todos los jóvenes realizamos excelentes ejercicios de integración y contrastamos las realidades socio-económicas de nuestros países.

En una de las sesiones, el excelente profesor Alejandro de Oto Gilotaux, egresado de Harvard y Director Regional del Departamento de Coordinación Educativa del gobierno de la cuidad de Buenos Aires, nos trazaba las pautas para lograr las bases de una política educativa exitosa. Todos quedamos impresionados con el método desarrollado por este brillante intelectual. El explicaba que para lograr una política educativa eficiente debe cambiarse el sistema de medición y seguimiento a los estudiantes. El Ministerio de Educación debe idear un plan “B”. Este plan se encargaría de regular y medir de manera especial las escuelas y/o departamentos que se encuentren por debajo del índice normal de las condiciones de educabilidad. Esta medición cruzada, como la llamaba el profesor, consiste en simultáneamente con la evaluación del estudiante debe de compararse con una evaluación general del sistema educativo que es el conjunto de las condiciones de educabilidad (sociales, alimentarias, laborales de los docentes, jerarquización de la docencia, apoyo gremial, infraestructura, sociológicas dentro del aula, estructura del sistema y el tipo de escolaridad simple o doble).

Con esta medición cruzada se obtiene el nivel de aprendizaje posible de cada sistema educativo. En vez de evaluar al estudiante por su aprendizaje en un sistema de comparación se debe medir en proporción a las condiciones de educabilidad del sistema educativo al que asiste. De esta manera se pueden detectar las fallas del estudiante y/o del sistema educativo y corregirlas coordinadamente, con seguimiento al estudiante y con inversión al sistema. Además se logran establecer parámetros mínimos de las condiciones de educabilidad y se determinan los factores más influyentes en el aprendizaje de nuestros estudiantes. Es crucial desarrollar este excelente método, ya que es lo mas eficiente y actual en pedagogía. En Finlandia, que es el país con el mejor índice de aprendizaje y los mejores sistemas educativos del mundo, empezaron a desarrollar este método en el 2005 y hoy en día no tienen una sola escuela por debajo del índice normal de condiciones de educabilidad.

Cada día se hace más urgente la innovación y la creatividad en la enseñanza de nuestros niños. Un sistema educativo no puede estancarse en lo tradicional y rutinario, siempre deben de buscarse nuevas vías y métodos de evaluación y medición acorde a los tiempos. Reducir la brecha tecnológica entre los jóvenes y asegurar conocimientos vitales mínimos. Son estos conocimientos que la sociedad requiere de cada ciudadano hoy en día (alfabetización, lenguajes, informáticos, etc…). “Educar no es llenar la olla, es prender el fuego”, solo a través de la educación se garantiza la verdadera libertad de cada individuo.

Autor: Pedro Manuel Casals Hijo

Copyright 2009 El Nuevo Diario | Todos los derechos reservados

No hay comentarios: