Escrito por: FEDERICO HENRÍQUEZ GRATEREAUX (henriquezcaolo@hotmail.com)
El diputado Pelegrín Castillo publicó ayer un artículo en el diario “Hoy” donde explica por qué aspira a ser presidente de la República Dominicana. Dice que la sociedad dominicana necesita de un proyecto colectivo de vida común, de “un proyecto nacional fuerte e integrador[…] que nos permita[…] enfrentar los complejos desafíos y las serias amenazas planteadas por el entorno global, regional e insular”. Opina el diputado Castillo que es “urgente hacer un gran esfuerzo de unidad nacional, que trascienda la política tradicional de los partidos, con miras estrechas y de corto plazo”. Además, nuestro amigo Pelegrín enfatiza que “es necesario un fuerte compromiso de renovar la vida nacional, empezando por superar esa forma penosa de hacer política, que reparte como favores lo que debería garantizar como derechos…”
Pelegrín se refiere en su escrito a la experiencia acumulada en sus muchos años en el Congreso. Advierte que “está cansado de aprobar leyes […] que no se cumplen, o se cumplen a medias y de forma acomodaticia, según el gusto del funcionario o de los grupos de intereses”. Cree que desde el gobierno él podría “cambiar esa realidad haciendo un uso responsable de la autoridad pública”. Me parece que montones de dominicanos, de todas las clases sociales, comparten en lo esencial esos puntos de vista de Pelegrín.
Después de expresar sus pareceres, Pelegrín Castillo toca con las dificultades propias de la política vernácula: “Sé que un proyecto como el que impulso, debe vencer el natural escepticismo de algunos que -aunque creen en mis rectas intenciones y admiten mis credenciales- no creen que metas tan altas son realizables en nuestro pueblo”. La política, ciertamente, ha sido siempre una empresa turbia y oblicua que no acoge fácilmente “rectas intenciones”, ni “credenciales adecuadas” para el desempeño de un cargo.
Finalmente, Pelegrín afirma: “Que los candidatos van tan lejos y tan rápido como el pueblo quiere y necesita”. Y concluye: “la historia está llena del “éxito de lo improbable”, que sólo se asegura cuando se tiene mucha fe en Dios y mucho amor por la patria en el corazón”. La actual polarización entre el PLD y el PRD exigirá de Pelegrín un trabajo doble: desollar la puerca mientras le retuerce el rabo.
http://www.hoy.com.do/opiniones/2011/7/8/383280/A-PLENO-PULMONEl-rabo-de-la-puerca
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