El gobierno dominicano debe tener bien presente que en este momento histórico de crisis del capitalismo mundial es necesario más que nunca hacer que la política monetaria y la fiscal mantengan la unidad de propósitos |
Por Euri Cabral / El Caribe |
Sabado 25 de octubre del 2008 actualizado a las 12:36 AM |
Una de las características fundamentales del éxito alcanzado por los gobiernos del presidente Fernández en sus dos gestiones ha sido el mantener una unidad y coherencia permanente entre las medidas de corte monetario y la orden fiscal, de manera que ambos aspectos contribuyan a la consolidación de la estabilidad y del crecimiento que ha experimentado nuestra economía en los últimos años.
Ante la grave crisis del capitalismo mundial y en especial de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, resulta más que necesario que ese matrimonio entre política monetaria y política fiscal se mantenga y se consolide para que los efectos negativos de la crisis económica mundial sean lo menos devastadores para la nuestra.
Las medidas adoptadas en el plano monetario han sido muy exitosas, pese a que algunas de ellas han sido a la vez muy dolorosas para la economía.
Hace unos meses y como una manera de amortiguar los efectos que los grandes gastos de campaña electoral provocaron a la economía, la Junta Monetaria decidió elevar las tasas de interés de sus certificados, lo que a su vez provocó un crecimiento de las tasas de interés en los bancos privados.
Esa medida provocó un encarecimiento del dinero y llevó a que el circulante se redujera drásticamente, afectando la decisión de los bancos de prestar y redujo el consumo privado de manera amplia.
Esa decisión fue correcta en su momento, sobre todo cuando los altos precios del petróleo y de los alimentos, y materia prima a nivel mundial estaban deteriorando la balanza de pagos y los niveles de inflación estaban subiendo.
Ese incremento de las tasas de interés fue anunciado como una medida transitoria por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, quien dijo que esa era la manera en que todos los bancos centrales de América Latina estaban enfrentando el fenómeno mencionado.
Sin embargo, a pesar de la dimensión de la crisis financiera, los efectos que provocaron esa subida de tasa de interés se han atenuado de manera significativa, por lo que resulta necesario que esa medida empiece a ser flexibilizada, pues ha provocado una grave escasez de circulante, que afecta de manera muy profunda todo el desenvolvimiento económico, en especial de los sectores comerciales e industriales de la nación.
En el plano de la política fiscal, el propio gobernador del Banco Central, en el acto del 61 aniversario de esa institución, expresó que hoy más que nunca debe implementarse “una política fiscal prudente y en perfecta armonía con la política monetaria, sobre la base de que ambas se correspondan con nuestras realidades y el contexto internacional actual”.
Esas medidas de política fiscal deben tener como elemento fundamental una rigurosa reducción del gasto público de manera que se evite que una expansión de ese gasto choque con las medidas restrictivas en el ámbito monetario y la estabilidad macroeconómica quede seriamente afectada.
Con la formulación del proyecto de presupuesto de 2009, el Gobierno tiene un gran reto para mostrar su voluntad de implementar esa política fiscal restrictiva que se corresponda con la política monetaria que hasta ahora se ha estado llevando a efecto y que ha dado resultados tan positivos.
Ese presupuesto debe constituirse en un claro mensaje de las autoridades.
Euri Cabral es comunicador y economista
http://www.elcaribecdn.com/articulo_multimedios.aspx?id=189800&guid=44923CA6253B4C5DA0542C5E20F45FD8&Seccion=134
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