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El forcejeo mediático entre Hipólito Mejia y Miguel Vargas es tan evidente que ha forzado a muchos en el PRD a definirse temprano. Ambos proyectos han articulado su plataforma política a lo interno y a lo externo de tal forma que parece que se encaminan a una convención presidencial adelantada y accidentada. Nada extraño en el PRD.
Lo de la crisis financiera, la reforma constitucional y la situación nacional no es más que temas en sus discursos (en la lógica de los dos proyectos) para apuntalar y promover esos aprestos extemponareos, pero que en la dinámica del PRD, son consustanciales a una praxis política bien aprendida de posicionamiento interno y de control del partido En poco tiempo, veremos cuál de los dos PRD: el “nuevo” o el viejo, se impondrá al otro.
Lógicamente la suerte de Hipólito está supeditada a la reforma constitucional y a la eliminación del “nunca jamás”. Lo de Miguel Vargas, en mi opinión, es más complejo y difícil, pues de todos modos, para imponerse a Hipólito Mejia y su PPH, tendría que seguir demostrando simpatía y fortaleza tanto adentro como afuera, de lo contrario, alimentaría la idea de otro candidato PPachista, esto en el hipotético caso, de la imposibilidad de que Hipólito no pueda postularse para el 2012.
Otro elemento agravante para el PRD es que como partido luce desarticulado y desenfocado ante la imposibilidad de poder intervenir con acierto y credibilidad en el debate de los temas de actualidad como reforma constitucional y crisis financiera mundial, pues aun persiste en la opinión pública, el pésimo manejo de la crisis bancaria de 2003 y la imposición de una reforma constitucional (2002) solamente para permitir la respotulacion del ex presidente Hipólito Mejia.
Vista las cosas así, el PRD luce atrapado y empantanado en una realidad y un escenario del que no sabe ni puede sacar capital político porque su pasado reciente lo descalifica y su oposición irracional a la presente administración no le hace ganar simpatía ni confianza. En pocas palabras, el PRD necesita recobrarse. Eso ellos no lo saben, ni se dan cuenta ni tampoco creo que le interese.
En situaciones como ésta el partido que está en el poder debe avanzar en su agenda, pactar y concensuar con la oposición racional y, al mismo tiempo, potencializar y profundizar sus políticas públicas en materia de salud, alimentación, educación, seguridad ciudadana y empleo. Así estaría asegurando su permanencia en el poder para seguir llevando a cabo las reformas y los cambios que el país necesita
Autor: Fco. S. Cruz
http://www2.elnuevodiario.com.do/app/article.aspx?id=125003
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