Los asesores de Hipólito Mejía han querido mostrar que el desacertado salvataje bancario realizado en su gobierno es igual al que están haciendo las autoridades norteamericanas en la actualidad, Y eso ES falso |
Por Euri Cabral / El Caribe |
Sabado 18 de octubre del 2008 actualizado a las 1:45 AM |
El ex presidente Hipólito Mejía y sus asesores económicos han querido convencer a la opinión pública nacional de que la forma en que el gobierno norteamericano ha estado enfrentando la grave crisis financiera que vive esa nación es igual a la manera en que ellos enfrentaron la crisis bancaria del año 2003 en el país.
Esa es una pretensión fallida que lo que busca es tratar de justificar el gravísimo error cometido por ellos en aquel entonces, al implementar un tipo de salvataje bancario, que fue tan desacertado para la economía dominicana, que la llevó a su peor momento en las últimas décadas.
Si bien es cierto que tanto en nuestro país en el 2003 como en los Estados Unidos hoy, se ha dado un proceso de quiebra bancaria, el cual ha impactado la economía de manera global, no es menos cierto que la actuación de las autoridades monetarias norteamericanas es muy diferente a la de las dominicanas frente a aquella crisis.
La diferencia esencial está en el hecho de que cuando se produjo el salvataje bancario en los Estados Unidos no se permitió que nadie pudiera sacar sus ahorros por un monto mayor de 100 mil dólares en un primer momento y luego de 250 mil dólares.
Con esta decisión se buscaba evitar que ante una avalancha de todo el mundo ir a sacar su dinero de los bancos se produjera una crisis sistémica que provocara una debacle mayor en la economía.
Con esta decisión, si bien muchos ahorrantes no tenían todo su dinero de una vez, se permitía preservar la economía en general de consecuencias peores.
En el caso dominicano, el gobierno de Mejía en vez de respetar la Ley Monetaria y Financiera que establecía que ante una crisis bancaria sólo debían cubrirse los depósitos hasta 500 mil pesos, tomó la temeraria decisión de, en el caso de Baninter, devolverle a todo el mundo sus depósitos, originando una cantidad de circulante que afectó de manera directa a la economía de forma tal que la tasa de cambio se disparó a casi 60 pesos por un dólar, la inflación superó el 50% y el crecimiento económico cayó de manera brutal.
Y si bien es cierto, como dicen los asesores de Mejía, que con su decisión ellos salvaron a 800 mil personas garantizándoles sus ahorros, con esa misma decisión afectaron de manera directa a los restantes 8 millones 200 mil personas que viven en el país, al provocar la mayor debacle económica de muchos años.
Otra diferencia sustancial entre la actuación de las autoridades de Estados Unidos y las del equipo de Mejía está en el hecho de que el dinero que ha aportado el gobierno norteamericano no ha sido para entregárselo de manera directa a los ahorrantes, sino para comprar acciones en los bancos quebrados, con la intención de que, después que sean instituciones bancarias saneadas, dicho gobierno pueda vender sus acciones y recuperar ese dinero.
En el caso dominicano, el salvataje conllevó a que el gobierno dominicano asumiera como deuda el pago de esos ahorros, lo cual llevó a que el déficit cuasi fiscal del Banco Central alcanzara una proporción descomunal, el cual se ha convertido en una permanente preocupación para la estabilidad macroeconómica.
Podemos entonces concluir que ni es lo mismo ni es igual.
Euri Cabral es comunicador y economista
eurizina@hotmail.com
http://www.elcaribecdn.com/articulo_multimedios.aspx?id=188767&guid=B87115C144654E43B171E4F802E61FA0&Seccion=134
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