El problema es que si logran activar el consumo, volverán a tener un alto déficit externo, el cual difícilmente podrán financiar. Pero si Estados Unidos deja de consumir, se paraliza la economía mundial. Tremendo dilema |
Por Carlos Despradel / El Caribe |
Lunes 20 de octubre del 2008 actualizado a las 1:53 AM |
Estados Unidos atraviesa por una severa crisis económica que está afectando sensiblemente la economía mundial.
Su origen es el descomunal déficit externo que ha venido acumulando ese país desde principios del 1990, el cual llegó a unos US$800,000 millones anuales.
Es decir, que la deficiencia en la producción doméstica tuvo que ser suplida por productos importados de otros países.
EE.UU. pudo llegar a un déficit comercial de esta magnitud, porque esa nación es prácticamente la única del mundo que paga sus importaciones con su propia moneda, la cual es aceptada por todos los países.
Sin embargo, también muchos se preguntan de dónde salió el poder de compra de los consumidores para poder adquirir un volumen creciente de bienes, si la producción doméstica no se incrementó en esa misma proporción.
Precisamente ahí surge el origen de la crisis económica actual, pues esa capacidad de compra se la proporcionaron unos ingresos que no fueron fruto del trabajo productivo, sino de ganancias obtenidas a través de operaciones financieras de diversa índole.
También contribuyó que los precios de las viviendas se mantuvieron aumentado continuamente durante más de diez años, de ahí que, los que tomaban préstamos hipotecarios veían incrementar sus activos año tras año, lo que les permitía, a través de operaciones financieras diversas, hacer líquida esa ganancia de capital y dedicar esa ganancia al consumo de bienes.
Por otra parte, las instituciones crediticias no asumían riesgos, porque el respaldo de la hipoteca valía más que el préstamo. Así fueron concediendo préstamos hipotecarios a personas sin capacidad de pago.
Cuando estas personas no pudieron pagar sus préstamos, se ejecutaron las hipotecas, lo que produjo un sobrante en el mercado que provocó una disminución de los precios de las viviendas.
Las empresas financieras que habían concedido préstamos malos perdieron, pero también perdieron grandes sumas las empresas financieras que habían comprado esos préstamos en mercados secundarios, especialmente los bancos de inversión.
Esta cadena de pérdidas ocasionó una paralización del crédito, lo que afectó tanto el consumo como la inversión.
Ahora EE.UU. quiere volver a activar su economía a través de una masiva inyección de dinero.
El problema es que si logran activar el consumo, volverán a tener un alto déficit externo, el cual difícilmente podrán financiar.
Pero si los Estados Unidos deja de consumir, se paraliza la economía mundial.
Tremendo dilema.
Carlos Despradel es economista
Carlos Despradel es economista
1 comentario:
El gobierno de Estados Unicos contribuyo con esta crisis por la permisividad que tuvo con las instituciones financieras que estaban otorgando prestamos hipotecarios sin el aval suficiente.
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