La sorpresiva y anticipada exclusión del Presidente Leonel Fernández de la boleta presidencial del Partido de la Liberación Dominicana en las elecciones del 2012 plantea un nuevo panorama interno dentro de esa organización y dará necesariamente lugar a proyectos políticos en pos de dicha candidatura, al margen de que se hagan esfuerzos institucionales en procura de no darle inicio a una extemporánea campaña presidencial.
Es, sin embargo, legítimo y lógico entender que el Partido de la Liberación Dominicana y más de cuatrocientos mil militantes que de una manera u otra están en el gobierno, hayan sentido honda preocupación de su suerte futura al conocer el pacto Leonel Fernández-Miguel Vargas Maldonado y la sorpresiva exclusión de la justa electoral venidera de quien ha sido su principal líder, por lo que es de esperar que empezarán a identificar quién a lo interno del PLD puede mantenerlo en el gobierno en el año 2012.
Otro hecho combinado con el anterior, que empujará al PLD en la misma dirección, es la definición anticipada por parte de la oposición encabezada por el PRD de su candidato presidencial para el año 2012, hecho que obligará al partido morado a ir proyectando ante el electorado sus diferentes prospectos para enfrentarlo a quien nadie discute al día de hoy luce como el seguro candidato del partido blanco, el Ing. Miguel Vargas Maldonado.
En ese marco político nacional entiendo que el Lic. José Tomás Pérez, Miembro del Comité Político, ex Secretario General del Partido de la Liberación Dominicana y ex Senador del Distrito Nacional (2002-2006), conjuga factores y perfiles claves para encabezar una renovada candidatura presidencial peledeísta para el año 2012.
La experiencia electoral que me tocó participar en el año 2002 como asesor de José Tomás en su victoria en la Senaduría del Distrito, comprobó el grado de aceptación e ínfima tasa de rechazo de su candidatura en el seno de la población. Recuerdo que estando el PLD en la oposición y sin disponer de mayores recursos, se pudo articular con éxito la única victoria senatorial del PLD en toda la geografía nacional, nada más y nada menos que en una plaza que, como el Distrito Nacional, nunca había sido ganada por la organización que fundara el profesor Juan Bosch. La aceptación de José Tomás en los sectores populares, clase media y sectores empresariales fue generalizada.
La sencillez, la honradez de José Tomás, acompañadas del trabajo político permanente en la base de su partido (en la que ha ganado dos primarias abiertas, para la Secretaría General y la candidatura a Senador del Distrito), junto a su vocación de servicio público, han sido las divisas fundamentales de su hasta ahora exitosa carrera política. Nativo de Santiago, y proveniente de una familia de extracción política reformista, puede trabajar, llegado el momento adecuado, sin mayores dificultades en la base de su partido y de la población para articular un proyecto de poder exitoso, que no solo le permita el apoyo del PLD sino, lo que es crucial, un apoyo externo no peledeísta, indispensable para alcanzar la presidencia de la República.
José Tomás, a diferencia de su meritorio compañero y amigo Danilo Medina (que rompiera sus otrora buenas relaciones con Leonel Fernández), comprendió en el año 2008, luego de lanzarse en procura de la candidatura presidencial del PLD, que era tiempo del Presidente Leonel Fernández en sus afanes por lograr su reelección. Independientemente de cualquier diferencia existente con éste, tuvo la madurez de comprender objetivamente que la mejor carta de triunfo para su organización en la justa del 2008 era el Presidente Leonel Fernández, lo que lo llevó correctamente al sendero del apoyo a éste en un pacto en el que sirviera de mediador quien esto escribe.
Como Senador del Distrito Nacional, la sociedad dominicana le reconoce haber hecho una de las labores congresionales más encomiables en la Cámara Alta, destacándose la aprobación de leyes importantes que hoy, años después de su salida del Congreso, tienen amplia repercusión en la vida nacional y en la lucha contra la corrupción, como lo fue la aprobación de la Ley de Libre Acceso a la Información Pública, entre otras no menos importantes.
Luego de concluida su labor como congresista y de la alianza política que hiciera con el Presidente Fernández en el año 2008, pasó a ocupar el Instituto Dominicano de Aviación Civil sustituyendo al fallecido roble peledeísta Norge Botello. La labor de funcionario público de José Tomás ha sido reconocida por la sociedad y por los especializados organismos técnicos internacionales que tienen que ver con la aviación civil internacional.
Como funcionario del Estado consciente de sus responsabilidades, hombre de reconocida prudencia y respetuoso de la institucionalidad de su partido, estoy plenamente seguro que José Tomás no emprenderá una precandidatura presidencial a destiempo, pero ello no debe ser obstáculo para que sea valorado a lo interno y a lo externo de su partido como un relevo idóneo en la candidatura presidencial del PLD para el año 2012.
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