El piquete
Aclarado el diferendo entre las cancillerías haitiana y dominicana por los incidentes ocurridos en el sector de Herrera, se pensó que la calma retornaría y que ese episodio sería cosa del pasado, puesto que al mismo tiempo se entregó a las autoridades el acusado de la segunda decapitación. Pero no. La embajada dominicana en Puerto Príncipe fue piqueteada en protesta por ese hecho, que ya había sido repudiado por el gobierno. Y fue una demostración violenta, no pacifica, puesto que se afectó el local que aloja dicha representación. El suceso debe ser entendido en su contexto: mientras los gobiernos se muestran prudentes, los racistas (de izquierda) toman por asalto el escenario para desbordar los acontecimientos. ¿Qué sucedería si sectores dominicanos responden con una manifestación igual frente a la sede diplomática haitiana? Oh, lo de nunca acabar. Comprobado el ánimo levantisco de los grupos haitianos: no quieren relaciones de armonía, sino poner contra la pared al gobierno o a la nación. Como decía ayer, la muerte de Carlos Nerilus es una excusa de ocasión que ayuda su causa en las actuales circunstancias. La razón de ese encono es la reforma constitucional y el posible nuevo sustento de la nacionalidad dominicana...
La carta
Estimado Orlando,
Por mucho tiempo he estado leyendo su columna del LISTÍN DIARIO. Por tanto, conozco muy bien su opinión sobre la inmigración haitiana y el impacto que tendrá en el futuro en la nación dominicana. Estoy totalmente de acuerdo con sus preocupaciones. No es mi interés escribir sobre las consecuencias de esta inmigración en el pueblo dominicano en este momento, sino motivarlo para que en estos precisos momentos en que se está debatiendo una nueva constitución usted, como periodista con gran influencia en la sociedad, escriba con más frecuencia del tema para que talvés estos asambleístas puedan entender la naturaleza y las consecuencias negativas de establecer el jus solis en la nueva constitución.
Yo entiendo que los asembleístas, como se dicen representantes del pueblo, debieran legislar en consonancia con el sentir de ese mismo pueblo que ellos dicen representar, y ese pueblo, en más de un 80%, no está de acuerdo en darle la nacionalidad dominicana a los haitianos. Los hijos de haitianos que nacen en la R. D. pueden muy bien y tienen todo el derecho de reclamar la nacionalidad haitiana de acuerdo a su constitución, y es una responsabilidad del Estado haitiano dotar a sus nacionales de sus documentaciones, entonces no entiendo la presión de los sectores dominicanos prohaitianos en imponer el jus solis.
A los haitianos hay que reconocerle el mérito de que todos tienen la misma opinión sobre los dominicanos. Todos tienen el mismo odio en contra de los dominicanos. No hay nadie en Haití que se atreva hablar bien de los dominicanos. Tengo un amigo de zona franca que viaja con mucha frecuencia a Haití por razones de trabajo. Me dice él que el odio contra los dominicanos no es oculto, y que él lo siente inmediatamente se identifica como domincano. Allá le han explicado que Haití es un territorio montañoso, no apto para la agricultura, y que la palabra Haití significa tierra alta, y que los dominicanos les quitamos las mejores tierras. Mientras los haitianos están todos unidos contra los dominicanos, nosotros estamos dividos sobre el tema. El complejo de Guacanagarix nos persigue a través del tiempo, y llega a grado verdaderamente penoso. Hace unos días a raíz de la muerte de un dominicano por un haitiano y a la muerte de este mismo haitiano por dominicanos en Herrera, Huchi Lora, el abanderado más notorio de los prohaitianos, se pasó más de media hora en su programa de TV depotricando en contra de los dominicanos por la muerte del haitiano no dijo nada de la muerte del dominicano, y llegó al extremo de expresar que los dominicanos matarón a un haitiano inocente, que ese no era el verdadero matador del dominicano lo cual fue desmentido el siguiente día. A esos extremos llegar la perversidad de esos sectores.
En la página 5A del Listín Diario de la fecha se encuentra la información de que Isabel Bonilla hablando a nombre del bloque del PLD presenta la propuestó de adquirir la nacionalidad por derecho a suelo, jus solis. Si esto se prueba habré que dotar de actas de nacimientos no sólo a los hijos de los haitianos ilegales que viven en la R. D., sino a los miles de niños y niñas de madres haitianas que vienen exclusivamente a dar a luz en los hospitales dominicanos.
Dice el Sr. Huchi Lora, en su defensa de los haitianos, que no nosotros nos moriremos si deportamos a todos los haitianos porque ellos trabajan en la agricultura, la construcción, etc. Esa es una falacia, el supuesto día que haya haitianos, los dominicanos tendrán que cultivar la tierra, trabajar en construcción, etc, como los hacen los ciudadanos de los demás países del mundo.
El futuro de la nación dominicana es gris. No estamos claros hacia dónde vamos.
Saludos cordiales, Ing. Rafael Ureña, M.B.A.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=100559
No hay comentarios:
Publicar un comentario