Guía para la acción (15)

Por Pelegrín Castillo Semán

10 de Dic 2009 12:00 AM

1.- Se hicieron cambios importantes  en el documento constitucional –nadie debe discutirlo–, pero cabe preguntar, ¿expresan un cambio en el plano profundo y decisivo de los valores, actitudes, creencias, prácticas de la clase política? 2.- La Constitución efectiva –es decir, la que de verdad rige en la vida de una nación–  es determinada por el documento constitucional, más la cultura política e institucional, más la conciencia constitucional de los ciudadanos….. 3.- Si los cambios en el documento constitucional contribuyen al cambio en la cultura política e institucional, así como a elevar la conciencia constitucional, el proceso de reforma habrá valido la pena. De lo contrario, no pasará de ser  un formidable ejercicio de gatopardismo. 4.- Por una suerte de fetichismo constitucional no son pocos los que creen que cambiando el documento constitucional, en especial ampliando el catálogo de los derechos y libertades fundamentales, cambian la realidad nacional. Olvidan que aun las prescripciones constitucionales demandan de una serie de presupuestos –institucionales, culturales, fiscales–, y sobre todo, de mucha voluntad política, eficiencia organizativa, vocación de servicio, participación ciudadana, para que no sean letras muertas en un pedazo de papel. 5. La Constitución dominicana está poderosamente condicionada, en forma adversa,  por un ineficiente sistema político partidario clientelista-populista, fuertemente imbricado con onerosas prácticas de negocios rentistas, concentradores o mafiosos, un inquietante balance de exclusión social y, sobre todo, relaciones externas marcadas por el temor y la ambivalencia en el ejercicio de los atributos de soberanía en áreas críticas como el control de las fronteras, espacios aéreos y marítimos, la migración y la nacionalidad. 6.- Sino se  eliminan o reducen las fuentes de la debilidad del Estado,  los lastres de la competitividad de la economía, la frágil cohesión social, y  las actitudes de sometimiento y obsecuencia frente a las  presiones y manipulaciones foráneas, la Constitución avanzada, moderna, progresista, no pasará de ser una magnífica proclamación de aspiraciones nacionales de un “Estado del Siglo XXI” que pudo haber sido y no fue. 7.- Los retos,  desafíos, amenazas y peligros que provienen del entorno exterior nos están sometiendo como nación a duras pruebas. No podrán enfrentarse con éxito, sin un proyecto nacional fuerte, integrador y movilizador de todos los elementos y energías del patriotismo y la dominicanidad, de las reservas cívicas, morales y espirituales que han sabido expresarse en todos los grandes acontecimientos de nuestra historia. 8.- Mientras más estudio  el ideario de  Duarte, más entiendo porqué es el padre de la patria: nos pensó, nos proyectó, nos aspiró, nos inspiró incluso, nos advirtió con palabras e ideales imperecederos. Pelegrín Castillo Semán  es diputado FNP http://www.elcaribe.com.do/site/index.php?option=com_content&view=article&id=230121:guia-para-la-accion-15&catid=295:pelegrin-castillo&Itemid=356