viernes, 18 de diciembre de 2009

La cumbre de Copenhague

Por Miguel Reyes Sánchez
17 de Dic 2009 12:00 AM

En estos días –entre el 7 y el 18 de diciembre de 2009– se celebra en Copenhague una nueva Cumbre sobre el Clima con la presencia de representantes de 110 Estados, con la intención de establecer el protocolo sustituto al protocolo de Kyoto, que sólo llega hasta el 2012.

Esta reunión es considerada por muchos medioambientalistas como la última oportunidad para evitar aprobar regulaciones para que el cambio climático no se nos escape definitivamente de las manos.

Entre las proposiciones primordiales de este cónclave mundial se encuentra un llamamiento a todas las naciones para que hagan las concesiones necesarias para cumplir con su responsabilidad histórica de preservar el medio ambiente.

“Los países ricos deben ofrecer financiación justa, y todos los países tienen que establecer objetivos ambiciosos sobre reducción de emisiones”.

La meta es que se mantenga a salvo al mundo de un calentamiento global catastrófico superior a dos grados, para lo que tenemos que establecer un compromiso de reducción de emisiones.

Sin embargo, en el seno de la reunión se ha presentado una fuerte disputa entre China y Estados Unidos –las naciones mayores emisoras de gases en el mundo–, cuando China acusó ayer a EE.UU. de evadir su compromiso para combatir el impacto del calentamiento global, y Estados Unidos exigió a Pekín mayores concesiones. EE.UU. ofreció un recorte del 17% de sus emisiones de CO2 para 2020 respecto de los niveles de 2005, –cifra establecida en un proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes–; mientras China se comprometió a reducir su "intensidad carbónica" (las emisiones de CO2 por unidad de producción) entre el 40% y el 45% hasta 2020 respecto del nivel de 2005.

Ambas propuestas –de China y Estados Unidos– fueron rechazadas por la Unión Europea –que donó 11,000 millones de dólares para las naciones en vías de desarrollo–, por considerarlas “vanales y exiguas ante el desafío que enfrenta la humanidad para combatir el calentamiento global y sus apocalípticas consecuencias”.

Los medioambientalistas están con el grito al cielo, ya que de acuerdo a las evaluaciones realizadas por la Organización Clima Interactivo, las ofertas realizadas por las grandes naciones conllevarían un incremento de la temperatura global de 3.9 grados centígrados respecto de los niveles preindustriales -mucho más elevado que los 2 grados centígrados de aumento que los científicos consideran catastrófico para el clima mundial-.

En las manos de los gobernantes del mundo está la oportunidad de cambiar el curso de la historia para preservar la vida del planeta, pero todo indica desde su inicio que existe la posibilidad de zozobrar en el intento.

Miguel Reyes Sánchez es abogado

http://www3.elcaribe.com.do/site/index.php?option=com_content&view=article&id=230827:la-cumbre-de-copenhague&catid=289:miguel-reyes-sanchez&Itemid=350

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