Dejando de lado la cantidad de opiniones de radio y televisión, medios en que la forma de expresión, aparenta haberle dado vacaciones a la cordura; leímos los titulares de los medios escritos, que por su naturaleza deben permanecer y archivarse (se hace muy difícil borrar lo que se escribe, si se publica); éstos decían “Temístocles Montas dice, ahora es bueno endeudarse”. Sino hubiésemos visto la entrevista en cuestión, esto nos hubiera confundido terriblemente, pero sabíamos lo que el Ingeniero le había respondido a don Persio sobre las opiniones del empresariado acerca del endeudamiento.
Lo primero que hizo el Ministro, fue introducir una diferenciación en sus explicaciones sobre el significado de recesión y depresión, opinando que la crisis norteamericana aun se mantiene en el ámbito de una recesión, y que la depresión es el estado peor de una crisis económica. Puntualizó que la depresión del 29, como se conoce aquella gran crisis en los anales de la economía, duró cuarentitres meses y durante su desarrollo el nivel de desempleo alcanzó un 25% de la población laboralmente activa de EEUU; comparando que actualmente en el gran país del norte el índice de desempleo aun no alcanza el 10%, (9.42% según algunos analistas) y la duración de esta última todavía está en el margen de los 20 meses.
En las explicaciones del entrevistado, quedó claro que el origen de esta crisis, es el producto del comportamiento de los diferentes sectores privados en los más importantes mercados de valores del mundo. Los estados, si responsabilidad hay que atribuirle es de regulación, pues no son precisamente ellos los que compran y venden acciones ilusorias y especulan en las diferentes bolsas de valores.
Los argumentos fundamentales del Secretario, para justificar el endeudamiento, fueron principalmente que el gobierno tiene la obligación de evitar una crisis social, y que el nivel de endeudamiento del gobierno estaba dentro de los limites razonables, y de acuerdo con los razonamientos de los diferentes estamentos internacionales que tienen que ver con el comportamiento económico y el endeudamiento de los países. Habló de la presión fiscal, refiriendo que la media en Europa es de un 35%, y en los países más avanzados de America latina es de 28%, y que en nuestro país los ingresos fiscales significaban únicamente un 13% de PIB, pero que esto en ningún caso significaba que el gobierno estuviera contemplando introducir una nueva reforma fiscal.
Finalmente, respecto al tema, expuso que una deuda pública como la nuestra que ronda el 35% del PIB, no esta desbordada y que no es el caso del gobierno de Hipólito Mejía donde la deuda era un 54% del PIB, mientras éste (el PIB) era sumamente pequeño porque el crecimiento económico desapareció durante este período; todo lo contrario, las inversiones públicas y privadas se redujeron tanto que no existe referente en los últimos 40 años.
Endeudarse no es bueno, pero si aconsejable en estos momentos para tener recursos frescos para expandir la inversión pública y acortar el tiempo de recesión, evitando de esta manera cosechar sus frutos, entre los que podrían estar una profunda crisis social, que solo los personajes dementes del país azuzan y desean.
Autor: Maximo Sanchez
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