sábado, 14 de noviembre de 2009

Subero, ¡el Código!

En una sociedad no con “Cierto olor a podrido”, como la novela del cura Martín-Vigil que leí en Vicente Noble cuando era un jovenzuelo, sino podrida, y eso lo saben los amigos Julio Cury y Subero Isa, el Código Procesal Penal de los Olivares y demás pro-hombres, ha sido un fiasco; una especie de pasamontañas para los grandes capos y la jauría mediática que se inventa a diario mil historietas sobre Sobeida para ocultar la “borona” que recibe del narcotráfico. Si las cosas se miden por los resultados, dicho Código viene funcionando como incentivo para la delincuencia, los homicidios y el tráfico de estupefacientes. Si tal como decía el viejo patriarca de Navarrete, la condición humana es la misma en todas partes y épocas, ese Código es la mampara para que leguleyos y jueces venales que actúen con descaro bajo su mandato ‘garantista’ de los victimarios. “¡Ah, que eso es lo que dice el Código!”. ¡Tremenda excusa! Pero si la práctica es el criterio de la verdad en toda ciencia, tenemos seis años afirmando que dicho Código no sirve, pues más de 500 de los libertados bajo fianza no han vuelto más a estampar su firma en libro alguno; muchos se han marchado del país; y otros, los encargados de buscarlos (que beben tragos con ellos), nunca los encuentran. “¡Ah, pero eso no es culpa del Código, sino de la sociedad!”, dicen hartos de romo y dinero. El Gringo: cinco veces encarcelado y cinco veces en libertad dirigiendo su negocio. San Gubson, Cecilio Díaz, La Chalupa, Pepe, “los menores”, todo mundo anda en libertad bajo fianza, pero como Vickiana, La Maidita, “ejerciendo”. A los familiares de las víctimas sólo se les ven los ojos por las rendijas como si fueran ratones asustados, pues los ‘compraditos’ del crimen no sólo los amenazan, sino que tiran a matar y tienen una puntería atroz. Yo acuso: vosotros, cobardes, los que extrapolaron el Código Procesal Penal (que obliga hasta a la colegiación anulando el exequátur); los que tienen seis años inventado argucias para no modificar los artículos que son esenciales y que hasta secuestraron las modificaciones entregadas al Presidente hechas por nuestro representante (de los que queremos una sociedad decente) Vinicio Castillo Semán en el Diálogo Nacional, son los responsables del estado de indefensión que vive la sociedad dominicana frente a la delincuencia, el crimen y el narcotráfico. Ustedes han secuestrado la sociedad decente. No hagan ahora como los avestruces, que todos ustedes son ricos o por mala práctica de la abogacía o por la politiquería; son los responsables de que los marchantes del “Gran Mercado” digan hoy que actúan conforme a Derecho, cuando todos sabemos que eso no es así, que de por medio está “el estiércol de Satanás”, como le llamó Giovanni Papini. Esta vergonzante impunidad tiene grandes beneficiarios el excluido es el pueblo dominicano, la víctima. Y por sabio que uno sea, debe tener claro que Justicia ética es la que combate los delitos y la impunidad.

http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=121517

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