Por Miguel Reyes Sánchez |
13 de Ago 2009 12:00 AM |
Todo aquel que visita Israel se encuentra con una sociedad sumamente organizada que, en un territorio menor que el dominicano y con condiciones climatológicas, agrícolas y hasta políticas más adversas que muchas naciones del mundo, ha podido construir un Estado moderno. Uno de los aspectos más destacables de esa nación es la subsistencia de un sistema de socialismo activo prácticamente único en el mundo. No obstante, los trascendentales cambios globales que se han experimentado en las últimas décadas, donde el capitalismo ha ido imponiendo su supremacía, en Israel permanecen unos 270 kibbutz. El kibbutz es una especie de sistema cooperativo, donde la norma primigenia es la práctica de la igualdad básica entre los hombres. Una comunidad colectiva voluntaria en que no existe la propiedad privada, ya que todos los bienes son de la comunidad, y tiene la responsabilidad de suplir las necesidades de sus miembros y sus respectivas familias. En 1909 un grupo de jóvenes sionistas imbuidos por las ideas del socialismo y la Revolución Rusa concibieron en Degania el primer kibbutz, formando una granja propiedad de los miembros trabajadores. Los 270 kibbutz existentes en la actualidad conservan sus características fundamentales como lo son: la copropiedad de los medios de producción, la igualdad entre los miembros, la democracia participativa y directa, la responsabilidad mutua, la misión popular-nacional, el autoabastecimiento económico, social y cultural, y el colectivismo ideológico. Cada kibbutz es una unidad social económicamente autónoma, con características definidas por su población, sus fuentes y orígenes y su ubicación geográfica, pero tienen como coordinadora de sus actividades y algunos servicios a las federaciones nacionales. La federación nacional más grande es el Movimiento Kibbutziano Unificado (TAKAM), en la que se encuentran afiliados más del 60% de los kibbutz. Otro 32% pertenece al movimiento Hakibbutz Haartzí, y la tercera federación es Hakibutz Hadatí (kibbutzs religiosos), a la que está afiliado un 6%. La operatividad del kibbutz es tal que en su organización interna cada quien es un elemento proactivo para la generación de recursos de acuerdo a su capacidad, pero al momento de la distribución impera el criterio de la igualdad. Pero esto se extiende a la educación, la vestimenta, las actividades comunes, los medios de transporte, y los más mínimos detalles de la existencia cotidiana. El kibutz ha trascendido más allá de la propia funcionalidad de esa "pequeña aldea de pobladores soñadores", como la denominó el psicólogo Bruno Betelhaim. Miguel Reyes Sánchez es abogado http://www.elcaribe.com.do/site/index.php?option=com_content&view=article&id=217889:los-kibbutz&catid=289:miguel-reyes-sanchez&Itemid=350 |
viernes, 14 de agosto de 2009
Los kibbutz
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