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Los medios de comunicación son la fuente más idónea que dispone la sociedad para llevar información y formación a los ciudadanos. Cuando las noticias o los artículos de opinión están conectados con las causas o raíces que les dan origen y tienen, por tanto, un alto grado de objetividad, el ciudadanos no sólo recibe noticias confiables, si no que también recibe una formación edificante, que le permite no sólo un mayor acervo cultural, si no también ser una persona discriminadora, que se informa y se nutre culturalmente a través de los medios de comunicación que esta recibiendo y leyendo.
Las informaciones que reciben los ciudadanos a través de los medios de comunicación, no sólo los informan de los sucesos y hechos sociales coyunturales que ocurren, día a día, en los diferentes sectores e instituciones de la sociedad, si no que también los medios de comunicación sirven para formar e informar al ciudadano de los acontecimientos de carácter económicos, políticos y culturales que se desarrollan de manera permanente en todos los estamentos de la sociedad.
Los medios de comunicación no sólo forman e informan, si no que además proyectan ideas y difunden publicidad, por ejemplo en el caso de la propaganda política su principal función es vender ideas, en lo que concierne a la publicidad su principal función es vender productos y servicios.
Al hacer la distinción entre propaganda y publicidad podemos establecer la gran labor que realizan los medios de comunicación oral o escritos en la formación de la conciencia que deben tener los ciudadanos. Por eso, si esa formación esta orientada a inculcar valores culturales y hábitos positivos de convivencia entre los ciudadanos, de esa forma los medios de comunicación se convierten en el vehiculo por excelencia para impulsar una sociedad fundamentada en los derechos y los deberes de los ciudadanos, frente a las principales instituciones representativas de la sociedad.
Los medios de comunicación podrían actuar, contrario a un ejercicio periodístico sano y ello a veces ocurre cuando estos se inclinan por ofrecer informaciones fuera del contexto social en que se produce la noticia, con la intención de contaminar su fuente u origen. Cuando ocurren situaciones similares las informaciones ofrecidas y publicadas pueden disminuir los niveles de objetividad con que debe ser manejada la noticia, entendiendo por objetividad, en este caso, que la noticia suministrada al medio de comunicación y luego ofrecida al lector, no obedezca, en toda su extensión, a la verdad de los hechos ocurridos.
Lo mismo puede ocurrir con el periodismo de opinión, donde podemos encontrar opiniones de ciudadanos que escriben sus ideas y opiniones en torno a un tema determinado, apegándose lo mas posible a la verdades que del mismo se puedan demostrar, por medio de argumentos e ideas apegadas a la realidad del tema sobre el cual se esta escribiendo. Sin embargo el mismo ejercicio del periodismo de opinión puede ir en dirección contraria a la verdad de los hechos, cuando en su elaboración escrita existe contaminación por que quien lo escribe distorsiona el tema con argumentos e ideas ajenas a la verdad del mismo. Como podemos ver la propaganda política a través de los medios de comunicación puede jugar un rol edificante o formativo de la conciencia ciudadana, pero al mismo tiempo puede ser utilizada de forma inversa para formar una conciencia colectiva distorsionada de los hechos y de esa forma influir de forma negativa en la formación de esa conciencia ciudadana.
En estos tiempos en que la informática y la tecnología han hecho posible que los medios de comunicación tengan una incidencia tan determinante en la formación de la conciencia de los pueblos, se hace necesario de que tanto los dueños, los ejecutivos y quienes trabajan en estos medios e inciden en la formación de la opinión publica estén consciente de la gran labor que pueden desarrollar para hacer que los medios de comunicación sean verdaderos instrumentos al servicio del fortalecimiento de los valores positivos del ciudadanos, ya que una labor similar se traduce en menos niveles de violencia y en mayor estabilidad para las instituciones publicas y privadas y en mayor estabilidad para desarrollo de la vida social.
En este aspecto, los medios de comunicación como instrumentos de formación del individuo están llamados a ser el modelo por excelencia para que las demás instituciones , publicas o privadas, puedan mejorar su desempeño en el seno de la sociedad, ya que cuando un medio de comunicación, por ejemplo, denuncia un crimen o un acto de corrupción, al hacerlo, no sólo evidencia ante los ojos de la sociedad ese hecho, si no que con ello logra poner en alerta y llamar la atención de lo negativo de ese tipo de comportamiento para el resto de la sociedad. Por eso, a través de los editoriales, los artículos de opinión y las noticias que llegan a la sala de redacción de un medio, se puede hacer, como en efecto esta ocurriendo, un gran servicio a favor de la gente y de las instituciones que nos sirven de sostén como sociedad que se fundamenta en la democracia y la libre empresa, como sistema político representativo.
Con los alcances y expansión a nivel mundial que han tenido los medios de comunicación con el Internet, estos se han convertido en los medios por excelencia, no sólo para el comercio mundial, si no para incidir en el comportamiento de vastos sectores sociales a escala planetaria y ello lo convierte en un instrumento idóneo, no sólo para el crecimiento de los sistemas económicos, políticos y sociales, si no también en verdaderos medios que pueden estar al servicio de una Humanidad mas integral, mas prospera y mas solidaria.
El autor es sociólogo, abogado y escritor.
Autor: Evelio Arroyo
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