Vinicio A. Castillo Semán - 11/2/2009
Organizaciones haitianas, las ONG y los sectores que en el país le sirven de caja de resonancia, pretenden acallar a medios de comunicación responsables y a las voces que, de distintas esferas de la sociedad, se han referido a la incontrolada y masiva invasión a nuestro territorio de cientos de miles de haitianos ilegales.
Los estrategas de la haitianización de República Dominicana pretenden meter “el cuco” de que hablar de lo que es el primer problema estratégico para la supervivencia de nuestro país, es fomentar la xenofobia, el racismo, la violencia e incitar al derramamiento de sangre en contra de los inmigrantes haitianos ilegales.
Se nos quiere chantajear como sociedad con la tesis de que si abordamos este tema en los medios de comunicación como un tema de agenda prioritaria, podemos ser responsables directa o indirectamente de actos de barbarie como los ocurridos en días pasados en la frontera, en los que lamentablemente murieron cuatro ciudadanos haitianos que trabajaban en la tala ilegal de árboles para el tráfico de carbón, a lo que se está dedicando una mafia de dominicanos y haitianos, como responsablemente denunciara el periódico LISTÍN DIARIO.
La sociedad dominicana tiene que rechazar enérgicamente las pretensiones chantajistas de los promotores de la haitianización del país. Los dominicanos, como lo han venido haciendo en las últimas semanas, no pueden ser cohibidos de expresarse con toda libertad sobre lo que es un problema crucial para el desarrollo de su país.
Los habitantes de esta tierra lo que deben hacer es exigir con energía al gobierno del Presidente Fernández el inmediato cumplimiento de la Ley de Inmigración, paralizada hace más de cinco años por falta de reglamento de aplicación por parte del Poder Ejecutivo. Los dominicanos tenemos que reivindicar el derecho soberano que como Estado nos asiste, como lo tienen todas las naciones del mundo, de repatriar a su país todos los ciudadanos ilegales que se encuentren en su territorio.
Para eso no hay que fomentar violencia, ni racismo, ni violaciones a derechos humanos fundamentales; sólo tenemos que aplicar la ley como toda sociedad organizada en el planeta.
Los haitianos, incluyendo un ex cónsul que estuvo acreditado en nuestro país, se sienten muy a gusto con el actual estado de anarquía y el desorden reinante en materia de inmigración. Por eso se permiten públicamente llegar al descaro de ponerle “buenas notas” y elogiar el comportamiento de los funcionarios del gobierno que mantienen a República Dominicana sin política inmigratoria y con las fronteras “de par en par”.
El ex funcionario consular haitiano, al momento de elogiar la política del gobierno dominicano de no hacer nada ante la invasión haitiana, dice que el reclamo para que se establezca una política clara y firme con respecto a la inmigración haitiana, proviene de pequeños grupos extremistas de la sociedad dominicana, con lo que trata en vano de aislar y menospreciar lo que es un verdadero clamor nacional que, por encima de las militancias partidarias, está reclamando abordar de forma urgente este tema, sin vacilaciones y sin temor a las ONG y a los grupos de poder de Estados Unidos que pretenden resolver el triste y desolador drama de nuestros vecinos a costa de nuestro país y su territorio.
Los responsables de los actos de barbarie y violencia que aquí se puedan generar en el futuro entre dominicanos y haitianos no son los que clamamos porque este país establezca un control migratorio.
Los responsables fi nales de lo que aquí ocurra son los que hacen como los avestruces y dejan que el país sea invadido y haitianizado, obstruyendo cualquier intento serio de abordar el problema migratorio haitiano sobre la República Dominicana.
Son ellos los responsables esenciales del caos y el desorden de la inmigración descontrolada y serán ellos los mayores responsables de los graves y trágicos acontecimientos que puedan producirse si se sigue permitiendo, con una olímpica indiferencia, la invasión haitiana sobre nuestro territorio. El mejor antídoto con el que podemos combatir actos de barbarie y de violencia que puedan sobrevenir en el futuro es abocarnos seriamente como país, a establecer una política clara y definida sobre nuestra frontera y sobre la inmigración haitiana.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=120143
1 comentario:
senor castillo su comentario no tiene ningun desperdicio y ojala es sr.presidente pueda atender al llamado que usted le hace sobre el problema emigratorio que solo va a traer desgracias al pueblo dominicanos si no actuamos con censates y apegado a las leyes que nos dan la facultad para organisar y cuidar nuestro pueblo por favor sr.presidente haga caso y cuide nuetra soberania y estara cuidando el pueblo y el futuro de la nacion.nosotros y las nuevas generaciones se lo agradeceran
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