EL RECIÉN SUSPENDIDO JUEZ ESPAÑOL CONSIDERÓ QUE LA REPÚBLICA DOMINICANA
DEBE TENER JURISDICCIONES ESPECIALIZADAS CONTRA EL NARCOTRÁFICO, DEBIDO A
SU UBICACIÓN ESTRATÉGICA
El
juez español Baltasar Garzón (derecha) conversa con el director del
LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, durante la corta visita que realizó el
magistrado a República Dominicana este fin de semana. | Jorge Cruz
A Baltazar Garzón no lo amilana la decisión del
Tribunal Supremo español de inahibilitarlo como juez durante once años y
desde ya tiene muy claro cómo será su futuro: “Mientras pueda, mientras
me queden fuerzas, voy a luchar por más justicia, más protección, más
seguridad para la sociedad”, y enfáticamente contra el terrorismo, la
corrupción, el crimen organizado y a favor de los derechos humanos.
Así
está escrita la agenda del porvenir inmediato del hombre que, con las
leyes en las manos, persiguió a tiranos y asumió todos los riesgos que
implica la lucha sistemática y sin dobleces contra el terrorismo que ha
abatido a su país, España, por décadas, y que en una corta visita
privada a República Dominicana aceptó hablar para el LISTÍN DIARIO, en
exclusiva, sobre su papel en la vida y sobre las Altas Cortes creadas en
el país y el rumbo de la lucha contra las drogas a nivel internacional.
De
56 años de edad, el juez más famoso de España e Iberoamérica ha sabido
adentrarse en los campos minados del terrorismo de la organización
terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA), en la dictadura de Francisco
Franco y ordenó el arresto del ex dictador chileno Augusto Pinochet. Su
suspensión fue dictada el 9 de febrero pasado por la Sala Segunda en lo
Penal del Tribunal Supremo de España.
Garzón vino como invitado
especial del abogado Vinicio Castillo Semán, quien le ofreció el pasado
sábado un almuerzo privado en su residencia de Palmas de La Costa, en La
Romana, donde conversó con el presidente Leonel Fernández, el
vicepresidente Rafael Alburquerque, el procurador general de la
República, Radhamés Jiménez, el presidente del Tribunal Constitucional,
Milton Ray Guevara, empresarios y comunicadores.
Fue entrevistado
por el director del LISTÍN DIARIO, Miguel Franjul, y el periodista Abel
Guzmán Then, a quienes aseguró que continuará enfrentando con las mismas
energías el terrorismo, la corrupción y los crímenes contra la
humanidad desde un punto de vista no jurisdiccional, además de continuar
las labores humanitarias poco conocidas que ha realizado.
También
propuso que en República Dominicana se creen jurisdicciones o
tribunales especializados contra el narcotráfico. Se mostró partidario
de que se despenalice parcialmente el consumo de drogas “junto con un
sistema de prevención y de educación para la salud muy potente, a fin de
que se pueda convivir con el fenómeno, como hay otros”.
¿Cuál es el futuro de Baltasar Garzón?
Bueno,
el futuro no está escrito en ningún sitio, el futuro es la esperanza,
el futuro lo construimos cada uno de nosotros. No puedo decir que mi
futuro va a ser uno sin partir del pasado.
El pasado y el
presente míos han sido dedicados a la justicia y así va a seguir siendo
mientras pueda, mientras me queden fuerzas voy a luchar por todo aquello
que considero que es una necesidad para la sociedad moderna, como es
más justicia, como es más protección, más seguridad, más defensa de las
víctimas, más compromiso frente al crimen organizado y la corrupción,
lucha por los derechos humanos.
Esa ha sido mi vida dentro de la
justicia y esa va a seguir siendo mi acción dentro de la justicia desde
otro punto de vista no estrictamente jurisdiccional, pero desde luego
con igual energía y con la insistencia que yo crea que es necesaria para
dar una protección mayor a los ciudadanos y ciudadanas, eso es lo que
voy a seguir haciendo porque de alguna forma es lo que sé hacer y en
definitiva pues también desarrollar labores humanitarias.
Esa es
otra parte de mi vida que es menos conocida pero a la que vengo
dedicándome desde hace mucho tiempo, y labores educativas también para
precisamente transmitir esta educación en valores a las generaciones más
jóvenes.
Yo creo que la educación es el núcleo fundamental en
todos los sentidos y en el que estamos hablando, en el de la justicia,
en el de la concienciación de ser más sociedad, más servicio público, es
fundamental el que los jóvenes y niños tengan puntos de referencia
éticos que seguir y que tengan muy en cuenta que esa participación en el
futuro va a ser la que va a salvar a la sociedad.
A esa tarea fácil es a la que me voy a dedicar.
Uno
de los pilares fundamentales de la nueva Constitución es la creación de
las altas cortes, con un tribunal electoral y un tribunal
constitucional. ¿Cómo usted valora estas estructuras en una sociedad que
quiere defender su estado de derecho?
Una sociedad se conforma
con las instituciones que tienen parte de la visión en esa sociedad, en
ese país y la experiencia de otros. Es evidente que en la sociedad
moderna se tiende a un mayor control, o debe tenerse un mayor control de
las propias instituciones judiciales y constitucionales.
Desde
ese punto de vista, aunque hay algunos países que no lo tienen pero cada
vez con mayor extensión se han ido creando cortes o tribunales
constitucionales que velen precisamente por la aplicabilidad de las
leyes conforme a la Constitución y conforme a los principios generales
universales que están en ese nivel supranacional y también los derechos
de los ciudadanos en el sentido de ampararlos cuando los propios
tribunales violenten esas garantías constitucionales.
Por tanto,
desde mi punto de vista la existencia de un Tribunal Constitucional
resulta básico para que, por fuera de lo que es la jurisdicción
ordinaria, desarrolle o desempeñe esa labor de control, de vigilancia
constitucional, una interpretación que debe ser siempre progresista y
progresiva porque de alguna forma los tribunales tienden a un
conservadurismo que a veces violenta y perjudica a los ciudadanos en sí.
En esos casos el Tribunal Constitucional es el que debe de dar esa
visión de acomodación a la Constitución, y la Constitución a los
principios generales internacionales, ámbitos de derecho humanitario o
derecho internacional.
Otras figuras como el Tribunal Superior
Electoral, la jurisdicción electoral es muy típica esa tendencia en Las
Américas o en Latinoamérica. En otras zonas no es tanto, en España no
existe como tal una jurisdiccón electoral aunque sí están los tribunales
que asumen tanto en el ámbito de control ejecutivo de las elecciones,
que son las juntas electorales, son organismos mixtos donde hay juez o
personal de partidos políticos e institucional, y la jurisdicción
electoral que puede ser individualizada como ocurre aquí, o no
individualizada pero con entidad suficiente para resolver los conflictos
electorales, delitos electorales, etcétera.
Aquí en República
Dominicana con esta nueva estructura son dos, una Junta Central
Electoral que se ocupa de montar los comicios y el Tribunal Superior
Electoral es contencioso.
En España esa segunda labor la hace la
jurisdicción contencioso administrativa pero no existe como tal una
justicia electoral, que es lo que aquí se ha instaurado y hay en otros
países.
Yo creo que un Tribunal Electoral pero también sometido a
las reglas del Tribunal Supremo o el Constitucional. Es básico, porque
evidentemente el control de la pureza, limpieza y eventualmente la
sanción de irregularidades electorales hoy día se convierte en algo
básico para una sociedad.
Paralelamente con la creación de
estas estructuras y en vista de que la sociedad está atravesando por
momentos muy difíciles, son muchos los sectores que también están
abogando por un blindaje mayor del sistema a través de la creación de
jurisdicciones especiales que tengan que ver con el crimen organizado y
que incluyan al narcotráfico ¿Qué opina usted?
Yo no soy
partidario de que haya excesivas jurisdicciones especiales, aunque sí
jurisdicciones especializadas. Evidentemente la complejidad cada vez
mayor del crimen organizado exige unas respuestas desde el ámbito
judicial por el que me está preguntando de un alcance equivalente, poco
puede hacer un juez de primera fase o con toda su buena voluntad un
sistema judicial que está pensado tradicionalmente para la delincuencia
individual frente a una estructura criminal, una estructura empresarial
que prevé para su desarrollo implantación de espacios de impunidad,
precisamente esos instrumentos para que la institución judicial no
descontrole, no sea capaz de hacerlo.
En ese sentido, en otros
países se han intentado, y con éxito, tribunales, juzgados o
jurisdicciones especializadas. Por ejemplo en España existe esa
jurisdicción especializada en la Audiencia Nacional en la que hay una
serie de jueces especializados para la investigación del terrorismo, del
crimen organizado, del narcotráfico organizado, del tráfico de seres
humanos, en fin de crímenes masivos o crímenes económicos relacionados
con la corrupción. Ha producido un efecto positivo, no solo los jueces
sino también el Ministerio Público.
En definitiva se tiende a
crear unos espacios más complejos para hacer frente a ese fenómeno. Yo
creo que eso sería muy bueno y oportuno para República Dominicana que
cada vez está más presente en el pensamiento y en la acción de las redes
criminales organizadas.
La posición estratégica que tiene la
República Dominicana en el corazón del Caribe está cada vez, y
desgraciadamente, siendo objetivo para desarrollar las actividades
criminales organizadas, por tanto es mejor adelantarse, es decir, desde
las instituciones tener los mecanismos de respuesta preparados para que
se pueda hacer frente con efectividad antes de que el fenómeno se
consolide.
En estos momentos se está planteando un problema
frente a la lucha contra las drogas. ¿Hasta qué punto los gobiernos han
podido vencer a este enemigo o hasta qué punto hay que buscar nuevas
formas para debilitarlo? Se ha planteado la legalización de las drogas,
frente a ese movimiento que está tomando fuerza en algunos países,
especialmente de centroamérica ¿qué usted aconsejaría?
En primer
lugar es muy complejo el problema y portanto las soluciones no pueden
ser tan simples como la de decir legalización o no legalización. Yo
desde hace años vengo desarrollando un planteamiento claramente dirigido
en el sentido de que el sistema que tenemos no funciona, ha fracasado,
no tiene sentido hoy día la penalización del consumo, hay todavía muchos
países que penalizan ese consumo.
¿A usted le parece que no tiene sentido ya?
No. Para mí es el fracaso de la sociedad penalizar el consumo.
Pero el no penalizarlo significa, de alguna manera, legalizarlo.
No,
no, no, era lo que le quería decir, en España nunca ha sido delito
consumir, sí el traficar, pero el auto consumo no ha sido, hay muchos
países que no lo tienen penalizado. Todavía algunos países lo tienen y
yo creo que ese no es el camino.
En segundo lugar yo creo que hay
que pensar en replantearnos esa estrategia, y si es necesario abogar
por una despenalización parcial de determinadas conductas.
La
droga, el consumo, está presente en volumen muy amplio de actividades
delincuenciales, de actividades delictivas, la delincuencia
drogo-inducida es una realidad.
Castigar con penas de cárcel a
los que delinquen porque no tienen otro medio de obtener la dósis
necesaria para el consumo agranda el problema, por tanto yo siempre he
abogado por una despenalización parcial de conductas junto con un
sistema de prevención y de educación para la salud, muy potente, a fin
de que se pueda convivir con el fenómeno como hay otros sin necesidad de
acudir al mismo.
Siempre ha habido límites, no se trata de decir
pongamos drogas en las farmacias es una locura, pero este sistema ya
fracasó. Lo que no tiene sentido es permanecer sin hacer algo. Hay que
hacerlo en conjunto y hay que seleccionar conductas, implementar
programas y coordinar esfuerzos para que el negocio deje de ser rentable
para el crimen organizado y establecer unos controles sanitarios muy
potentes.
Históricamente ha sucedido con otros productos, hoy nos
parece un anacronismo que hubiera toda una jurisdicción y toda una
policía y miles de millones invertidos en los contrabandos de alcohol
por ejemplo. Acordémonos de Eliot Ness, por ejemplo, y las grandes
operaciones de Eliot Ness eran como consecuencia de la Ley Seca, y hoy
día nos parece que eso es una locura.
Es decir, la sociedad ha
ido asumiendo, y no por eso aumenta el índice de alcoholismo o de
tabaquismo. Lo importante es una educación para la salud de manera que
la sociedad no necesite acudir a esos mecanismos de evación o de
adicción, y en los casos en que se produzca pues tenemos que tener los
mecanismos para reintegrar y resolverlos, y en aquellos otros habrá que
perseguirlos cuando excedan esos límites.
Yo creo que el sistema
represivo a ultranza es un modelo que ha fracasado estrepitosamente, es
verdad que no se quiere aceptar porque también hay muchas
superestructuras creadas en torno a eso. Yo creo que es el momento de
pensar pero muy seriamente en otras alternativas y posiblidades.
¿Cómo
se implementaría ese plan de educación contra el consumo irregular de
drogas que usted ha sugerido que se haga con todas las instituciones y
organismos de la sociedad?
Hay que desarrollar un programa
educativo muy potente que fuese una cuestión de Estado que no cambiara
con el proyecto político de quién fuera sustiyendo al siguiente
presidente.
Es una acción muy compleja en la que tienen que
participar muchas instituciones de la sociedad, hay que redefinir lo que
es la educación, en valores, en espacios de libertad, de utilización
del tiempo libre, de modelos de vida saludables, es decir, es un
esfuerzo conjunto a medio y a largo plazo, pero que es absolutamente
necesario y yo creo que es la única vía para junto con esas medidas
selectivas de acción contra las organizaciones criminales, contra el
núcleo económico de las mismas, eso sí que hay que destruirlo y para
destruirlo hay que tener medidas de alcance equivalentes.
Funcionarios
especializados en el ámbito judicial, cooperación regional,
internacional, para mí es absolutamente necesario y es inverosímil que
no se haya producido, teniendo un foco como es Centroamérica que ya se
le llama como el nuevo triángulo de oro, Honduras, El Salvador,
Guatemala y la expansión que se produce a países alrededor, una
coordinación real, efectiva, transnacional para hacer frente a lo que
evidentemente es el reino del crimen organizado.
Si no hay esa
conciencia mal se puede avanzar, y para que eso exista tenemos que
concentrar esfuerzos y recursos en el área educativa, en el área de la
recuperación y en el área de la persecusión del crimen organizado.
¿Favorece mejor calidad de vida para esos funcionarios especializados que enfrentan esos crímenes?
Eso
entra en el ámbito de que para que tú hagas que nadie tenga tentación
al corromperse tienes que cuidar mucho los valores pero también los
mecanismos en los que esos funcionarios van a estar insertos y necesitan
tener, lógicamente una recompensa digna para que no haya posibilidad de
corrupción de esas estructuras.
PERFIL DE GARZÓN
Baltasar Garzón Real nació en Torres, Jaén, Andalucía, el 26 de octubre de 1955.
Fue asesor del Tribunal Penal Internacional de La Haya.
Fue
elegido diputado en las listas del PSOE en 1993 y, al constituirse el
ejecutivo, fue nombrado delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre
Drogas, con rango de secretario de Estado. En mayo de 1994 abandonó
ambos cargos.
Fue condenado el pasado 9 de febrero por
prevaricación por haber ordenado grabar conversaciones en prisión a los
imputados en el “caso Gürtel” de corrupción en el que están implicados
ex altos funcionarios del Partido Popular, y ésta será ejecutada
oficialmente este miércoles 23 de febrero por el Consejo General del
Poder Judicial.
http://www.listindiario.com.do/la-republica/2012/2/19/222409/Garzon-define-lo-que-hara-de-ahora-en-adelante
No hay comentarios:
Publicar un comentario