miércoles, 22 de febrero de 2012

CANDADO DESPUES QUE NOS ROBAN…



Una reiterada voz de alerta. Por nueva ocasión, el presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica, Leonardo Reyes Madera, llama la atención sobre la necesidad de evaluar las estructuras de las edificaciones públicas, principalmente escuelas y hospitales, así como de las de carácter privado, levantadas cuando todavía no regía en el país un Código Sísmico, a fin de determinar si estarían en condiciones de resistir un terremoto.

Tal como expresa Reyes Madera, en todos los países civilizados cuando se aprueba un nuevo Código, a la luz del mismo se revisan las condiciones en que se encuentran las construcciones públicas y privadas. Esto así, con la finalidad de corregir cualquier falla o debilidad estructural para reducir al mínimo la posibilidad de daños, lesionados y víctimas fatales.

Nada de eso se está haciendo aquí, pese a que somos un país de alta vulnerabilidad sísmica, salvo en el caso del Ministerio de Educación, cuya titular dispuso en días recientes, a raíz de los varios temblores que se sintieron en distintos puntos del país, verificar las condiciones de seguridad de más de un millar de escuelas. Sin embargo, algunos expertos en sismología consideran que la medida es insuficiente y debiera extenderse a todas las instalaciones educativas, argumentando que las mismas fueron construidas siguiendo el patrón de países que no presentan las características sísmicas del nuestro. El agrietamiento de numerosas escuelas durante los temblores registrados en distintos puntos del país en semanas recientes, ninguno superior a 5.5 grados en la Escala de Ritcher, constituyen un fuerte aval a esa recomendación.

En la Cámara de Diputados cursa un proyecto de ley del legislador Pelegrín Castillo con varias propuestas atinentes con respecto al desafío de seguridad que representa la condición sísmica del país. El proyecto va en la misma dirección que plantea Reyes Madera y se encuentra en comisión, pero debiera ser discutido de urgencia.

La ciudadanía ignora, por otra parte, cómo reaccionar y protegerse en caso de que ocurra un terremoto. Se necesita una amplia campaña de orientación al público sin más demora. El general Juan Manuel Méndez, director general del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), dijo en días pasados que tiene a mano toda la información requerida pero lamentablemente no dispone de los recursos para masificarla a través de una campaña amplia y sostenida de divulgación.

Hay una realidad que no podemos ni debemos ignorar y es la elevada condición sísmica del territorio que ocupamos. Hasta ahora es imposible predecir la ocurrencia de un terremoto. Pero sí se puede afirmar con certeza que en algún momento tendrá lugar, hoy mismo o a la vuelta de cien o más años y que debemos estar preparados para cuando ello ocurra.

Mientras tanto el tiempo avanza y seguimos recibiendo señales preocupantes de movimientos telúricos. Durante la madrugada y temprana hora de este martes, se dejaron sentir tres nuevos temblores en las regiones Este y Noroeste, captados por el Instituto Sismológico de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Conocida la famosa frase de que "el dominicano compra candado después que le roban". En este caso, no podemos darnos ese lujo. Porque de ocurrir un terremoto sin estar debidamente preparados, la despreocupación pudiera cobrar el alto precio de una verdadera catástrofe, irreparable en términos de vidas humanas y discapacitados. El ejemplo y recordatorio lo tenemos bien cercano. Basta con tender la vista hacia el otro lado de la frontera.

http://www.primicias.com.do/index.php?option=com_content&view=article&id=16204:candado-despues-que-nos-roban&catid=130:opiniones&Itemid=511

No hay comentarios: