Una vez más la Dirección General de Migración adquiere un papel protagónico en todos los medios de comunicación y en el exterior ante la decisión de su director, licenciado José Ricardo Taveras, de cumplir con la ley 285-04 y su reglamento de aplicación.
Como siempre cada vez que se aborda el tema de regularizar a los extranjeros ilegales, en este caso con mayoría haitiana, se sueltan los demonios enquistados en las ONGS, que de ninguna manera quieren que este tema se aborde con seriedad.
Para nadie es un secreto que luego de la llegada del actual Director de Migración, a la institución ha estado trabajando amparado en la ley para que los haitianos que son la mayoría y otros extranjeros regularicen su situación en la República Dominicana.
Sin embargo, al mismo tiempo que la mayoría de los empresarios del sector agropecuario y de la construcción están en la disposición de colaborar para lograr este objetivo, otros grupos comienzan con el chantaje para impedir que se cumpla con lo que establece la ley 285-04.
Simplemente porque lo que se busca es que la cantidad de haitianos que residen en el país vivan sin ninguna regla, que nadie les moleste, que puedan transitar como un dominicano más a pesar de no tener documentación y eso es imposible.
En ningún otro país ocurre esta situación y por esa razón, las autoridades dominicanas tienen que hacer cumplir la ley, naturalmente con algunas flexibilidades como ha planteado José Ricardo Taveras, pero de ninguna manera aceptar el chantaje de los sectores que se esconden detrás de las ONGS, y que tienen estas entidades convertidas en un lucrativo negocio.
No es verdad que la República Dominicana puede hacerse de la vista gorda ante esta situación, porque no es posible aceptar a todos los haitianos que quieran venir al país, insertarse en el trabajo sin ninguna regulación.
Nosotros entendemos los intereses que se mueven con los haitianos que viven en nuestro país y los recursos que obtienen unos cuantos desde Estados Unidos y Europa y que residen en muy buenas condiciones, pero la ley hay que cumplirla o de lo contrario para que sirve.
El actual Director de Migración ha sostenido encuentros en todo el país con los sectores productivos que emplean extranjeros y hay un consenso para comenzar a regularizar esa situación porque ellos entienden que al emplear extranjeros ilegales, están violando la ley 285-05 y están dispuestos a colaborar para lograr ese objetivo, pero ante esa disposición, los que representan a esas ONGS, parece que no le conviene que se solucione el problema, pues se acabaría la forma de chantajear y la forma justificar los recursos que reciben.
Habría que preguntarse en que país un extranjero es admitido en un centro educativo sin documentación, pero parece que el nuestro es el único que por presión tiene que aceptar a los haitianos en el sistema educativo, a pesar de la condición de ilegales.
En nuestro país estudian miles de haitianos en las universidades, pero vienen con sus documentos y son aceptados sin problemas, a pesar de que muchas veces vienen con el visado no indicado, pero se forman como profesionales, tantos en las universidades privadas como en la pública, en las mismas condiciones que los dominicanos.
Vamos a respaldar al Director de Migración, José Ricardo Taveras que lo único que está haciendo es cumplir un mandato de la ley para regularizar a los extranjeros ilegales, no solo haitianos y junto a él rechacemos el chantaje de quienes se benefician de ese drama y que ellos han convertido en un lucrativo negocio
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