Leonel y los precandidatos

Vinicio Castillo Semán

El presidente Leonel Fernández convocó el viernes 13 de agosto a tres de los principales precandidatos presidenciales del PLD a su despacho en el Palacio Nacional, con el objetivo de desmontar de manera personal lo que a mi juicio fue, en buen dominicano, una “camarona” armada por algunos colaboradores, que habían puesto a circular la falsa especie de que el Presidente estaba solicitando la renuncia como funcionarios públicos de José Tomás Pérez, Francisco Javier García y Franklin Almeyda Rancier.

El Presidente reaccionó a tiempo y con agilidad, evitando un agrietamiento con quienes fueron tres pilares de apoyo en su enfrentamiento con Danilo Medina en la elección interna del 2007, que han mantenido su lealtad hacia él y que han supeditado sus proyectos presidenciales a la no presentación del Presidente a una tercera reelección, prohibida en la actual Constitución como bien dijera en días pasados Monseñor Agripino Núñez Collado.

La descabellada idea de poner a pelear al Presidente con sus aliados internos poniendo a circular la falsa versión de que éste estaba incómodo con las aspiraciones presidenciales de éstos, fue concebida por la torpeza de individuos que sin ninguna capacidad ni visión política han estado motorizando la reelección del Presidente, pagando vallas en todo el país y a una serie de activistas portadores de cartelones llenos de lisonjas y adulonerías que, lejos de hacerle bien al mandatario, lo que le ha hecho es mucho daño.

La miopía y torpeza de estos personeros, de fomentar la idea de la renuncia forzada de José Tomás, Francisco Javier y Franklin, indiscutiblemente fue azuzada y bien acogida por connotadas figuras del Danilismo (condición probada en la anterior contienda interna) que tienen despacho próximo al Presidente Leonel Fernández, ya que ésta representaba sin duda un tiro de carambola: Primero, golpeaba las aspiraciones de los tres mayores contendientes de Danilo Medina y segundo, al mismo tiempo los convertía en aliados virtuales de éste en su confrontación con el presidente Fernández, al sentirse vejados o maltratados por el mandatario.

El tiro, sin embargo, les salió por la culata a los que se llegaron a frotar las manos y a celebrar la crisis interna y el aislamiento de Leonel Fernández a lo interno del PLD. Este desvirtuó la falsa versión puesta a circular y fortaleció sus relaciones de alianza y amistad con sus tres colaboradores y aliados, que tuvieron el tino político de reunirse y consensuar posiciones políticas internas, que a mi juicio tendrán una gran incidencia en el devenir de la lucha por la candidatura presidencial del PLD.

Nadie puede poner en duda que la alianza táctica interna entre José Tomás, Francisco Javier y Franklin, apoyada por Leonel Fernández, en el caso que éste decida libérrimamente no involucrarse en una nueva reforma constitucional que le permita una tercera reelección, es una conjunción de fuerzas imbatible en el PLD.

Si algo bueno tuvo este conato de trama política develada a tiempo, fue darle forma y establecer una comunicación y confraternidad estrecha entre estos tres proyectos políticos presidenciales del PLD, que son al fin y al cabo en los que el presidente Fernández tendrá que apoyarse en cualquiera de las decisiones que pueda tomar en el futuro. Para intentar una nueva reforma constitucional reeleccionista, o para organizar su relevo en la candidatura presidencial del PLD.

Nadie puede pensar que si la reelección de Leonel queda definitivamente descartada, él se va a inclinar por apoyar a quien lo ha desafiado y adversado internamente, como lo ha hecho erróneamente Danilo Medina.

Si Leonel no va, obviamente inclinará la balanza a favor de las fuerzas que han sido aliadas internas de su causa, que hoy en día nadie discute están representadas en las aspiraciones de José Tomás, Francisco Javier y Franklin.

Como buen estratega, Leonel Fernández a mi juicio terminará apoyando, en caso de no ir, al de ellos tres que mejor posicionado esté en el seno del pueblo dominicano y el que más garantía represente para el mantenimiento en el poder del Partido de la Liberación Dominicana.

Los que estaban apostando a que Leonel Fernández hiciera como Chacumbele, y atacara y golpeara sin ninguna razón a sus aliados internos, se les ha pelado el billete. Sí, es bueno concluir este artículo pidiéndoles de forma cordial a los ingenieros, que por poco meten al Presidente en un berenjenal interno, que se ocupen de sus oficios, que no son los de trazar una correcta estrategia política. Este episodio lo ha probado de sobra.

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