lunes, 31 de mayo de 2010

Crónica de una conspiración anunciada

Vinicio Castillo Semán

He considerado oportuno iniciar el presente artículo transcribiendo dos párrafos del que publicara el pasado lunes 3 de mayo, titulado “¿Por qué van a ganar el PLD y sus aliados”: “El PRD se encuentra atravesando uno de sus momentos más difíciles a lo interno de esa organización.

Para nadie es un secreto ya, que existe más de un sector apostando a un triunfo arrollador del PLD y aliados el próximo 16 de mayo.

Los cuchillos están bien afilados y la mesa está servida para comerse vivo a Miguel Vargas Maldonado, Presidente del PRD, en unos días, echándole la culpa de una eventual derrota aplastante a una supuesta errada y desacertada conducción política llevada a cabo por él, del partido del jacho prendido. A la cabeza de ese plan contra Vargas Maldonado está Hipólito Mejía, quien ya ha anunciado que lanzará su proyecto presidencial inmediatamente transcurra el certamen electoral venidero. La plataforma de lanzamiento de Hipólito como aspirante presidencial son las cenizas que representarán la derrota del PRD. Por eso está trabajando activamente para que el slogan de “avanzar en el 10 para ganar en el 12” de Vargas Maldonado, caiga estrepitosamente.” Tal y como expresé hace cuatro semanas, la conspiración en contra de Vargas Maldonado se ha iniciado solicitando su renuncia a la presidencia del partido blanco, con lo cual parece avecinarse la popularmente conocida “fiesta de los monos”, en las que todo suele acabar “a rabazos limpios”.

El error político del Ing. Vargas Maldonado fue no darse cuenta que el pacto firmado con el Presidente Leonel Fernández sobre la reforma constitucional recién aprobada, dio paso a que gente que no tenía otro camino en su partido que apoyarle, decidiera componendearse con sectores importantes del gobierno para sabotearle su proyecto político y llevar al PRD a la debacle electoral que sufriera el pasado día 16 de mayo.

El asedio interno contra Vargas Maldonado va viento en popa. Ha venido acompañado de toda una campaña mediática, en la que obviamente participan sectores oficiales, tendentes a importantizar y a sobredimensionar un supuesto liderazgo de Hipólito Mejía y su pepehachismo, a quien todas las encuestas realizadas sitúan con una tasa de rechazo de un 80% y una aprobación de poco menos de un 10%.

A quienes se han detenido a analizar la trágica historia del PRD, no puede causarle mayores sorpresas lo que está ocurriendo en el partido del jacho prendido. No están haciendo nada diferente a lo que históricamente les ha ocurrido. Recuerdo como ahora haber escuchado en Tribuna Democrática al extinto líder del partido blanco el Dr. José Francisco Peña Gómez, recién inaugurado el gobierno de Antonio Guzmán Fernández.

El Dr. Peña Gómez contaba cómo se le había prohibido visitar el Palacio Nacional; cómo don Antonio, que siempre lo montaba en su Mercedes Benz, nunca lo invitó a montarse en la limosina 01 de la Presidencia de la República; cómo él describía que las cúpulas del Palacio Nacional parecían estar pobladas de diablillos, que enloquecían a los inquilinos de la casa de gobierno. Y cómo, finalmente, acusaba a Antonio Guzmán de no gobernar con el Partido Revolucionario Dominicano, sino con un grupo de amigos personales del mandatario.

Luego vino la lucha a muerte entre el entonces Senador del Distrito, Salvador Jorge Blanco, enemigo acérrimo de Antonio Guzmán. Los dos Senados, las luchas con Jacobo Majluta, las denuncias de fraude en las convenciones, “trastrueque de votantes”, el tristemente recordado “Concordazo” y finalmente el trágico suicidio del Presidente Guzmán, acorralado por su sucesor, compañero de partido, quien habría prometido perseguirlo y llevar a la cárcel a su más allegados colaboradores y familiares acusados de actos de corrupción.

Posteriormente, el país vivió cómo Jorge Blanco libró una bestial lucha contra el Lic. Jacobo Majluta, traicionando a su partido PRD para darle paso al Dr. Joaquín Balaguer en el año 1986, a quien creían un anciano moribundo y quien para sorpresa de ellos le pasó diez años en el poder y tuvo la dicha histórica de diseñar el futuro político del país hasta nuestros días.

En el ’90 la lucha fratricida de los compañeros del partido se produjo entre Peña Gómez y Jacobo. El odio era tan fuerte que prefirieron mantener fraccionado el PRD con el BISPRI y darle un tercer lugar en las elecciones de ese año, antes de lograr una unidad interna entre quienes se consideraron por mucho tiempo hermanos.

Vueltos al poder después de catorce años de abajismo por sus inconductas y divisiones, en el año 2000 con la llegada de Hipólito Mejía, a éste se le va el poder a la cabeza y traicionando todos los principios antireeleccionistas de ese partido, modificó la Constitución de la República para intentar en vano perpetuarse en el poder, no sin antes convertir a su gobierno en un ciclón batatero categoría 5, que arrasó con nuestro país.

La pugna entonces se dio con Hatuey Decamps, a quien prácticamente las huestes pepehachistas hicieron salir del PRD. Hoy la historia se repite y le toca el turno de la nueva embestida al Ing. Miguel Vargas Maldonado en lo que he llamado “crónica de una conspiración anunciada”.

Por eso, entre otros factores, el pueblo los ha mantenido, y parece mantendrá por mucho tiempo, a ese partido fuera del poder.

http://www2.listindiario.com/puntos-de-vista/2010/5/30/144157/Cronica-de-una-conspiracion-anunciada

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