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En todos los juegos de la vida, el que no se prepara para ganar, tiene que perder. Eso es lo que le ha pasado al liderazgo del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que ha perdído las elecciones como resultado de una consecuencia ineludible: que no se preparó para ganar. Sus aportes son muy mínimos y no se reflejan en la sociedad.
Atrincherados en la cúspide de sus servicios a la patria, protagonistas con lauros en la lucha de los dominicanos por lograr una democracia acompañada de la justicia social, los líderes del PRD han vivído perennemente aferrados a que los electores deben devolverles sus aportes a las luchas que ha librado la nación por la libertad y la justicia social.
El medio de sus laureles, aferrados a procesos históricos superados, la mayoría de los dominicanos busca hacer prevalecer el desarrollo socioeconómico, la integración coletiva al proceso de transformaciones sociales, acompañado de la justicia social, lo que ha motivado una revolución de inquietudes humanas que viveny analizanel presente pero se proyectanhacia un futuro enmarcado en la superación humana, las conquisas renovadoras, generadoras de la revolución social.
Existiendo ese desborde de inquietudes renovadoras, surgias de un proceso integracionísta protagonizado por la mayoría de los dominicanos, las glorias del pasado se van quedando atras, adaptando a la sociedad a la evolución precipitadamente cambiante de los tiempos.
Los líderes del PRD -aparentemente- no se han integrado a ese proceso, no lo han asimilado, quedándose estancados en sus glorias, mientras la mayoría de los dominicanos se aferra a las realidades actuales, al movimiento renovador de la sociedad, integrada a las conquístas políticas y las transformaciones sociales de los tiempos.
Por mantenerse estancados en esa posisión, durmiendo en los atributos de sus luchas, mirando hacia el cielo, como si el reloj del tiempo no caminara, los líderes y militantes del PRD fortalecen su participación política aferrados a sus lauros y, como una consecuencia de esa situación, asumen y aplican el rol de que no debieron perder las elecciones, como está ocurriendo con los resultados electorales, democráticamente expresados por la mayoria de los dominicanos que le ha otorgado el triunfo al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En sus reclamos, los líderes del PRD actúan como si los miembros de la Junta Central Eléctoral” hayan sido cómplices del PLD, pero también están tratando de violentar la voluntad de la mayoría de los dominicanos, expresada en respaldo a los candidatos del partido que dirige el presidente de la República, doctor Leonel Fernández.
Los dominicanos han logrado depurar sus convicciones políticas como parte de la evolución humana, producto de las transformaciones sociales, económicas y culturales que el país ha logrado, lo que se refleja en su apoyo político al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
http://www.almomento.net/news/135/ARTICLE/60775/2010-05-26.html
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