César Duvernay
En las elecciones congresuales y municipales del 2002, el entonces gobernante Partido Revolucionario Dominicano (PRD) e Hipólito Mejía de presidente llevó la delantera. En aquel momento el mapa electoral se pintó prácticamente de blanco y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) solo obtuvo una plaza política que fue la del Distrito Nacional en la senaduría de José Tomás Pérez Vásquez.
Hoy, ocho años después y con Leonel Fernández como mandatario, el PLD barre en las urnas y se proyecta como ganador de 31 de los treinta y dos espacios senatoriales dejando al principal partido de oposición sin representación en la llamada cámara alta. El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que salvo en dos provincias concurrió aliado al oficialismo, ganó en La Altagracia y colocó un punto rojo, aunque no rival, en todo el mapa morado.
Una historia de desquite que no sólo lava la ofensa electoral del 2002, sino que al tiempo de inscribirle un nuevo récord en la política vernácula, reafirma a Leonel Fernández como el verdugo del PRD. Y es que a juzgar de los resultados, el líder del PLD ha vencido a los perredeístas en todos los escenarios en que se ha enfrentado, ya sea como candidato presidencial o como estratega (1996, 2004, 2006, 2008, 2010), habiendo momentos en que ha conjugado ambos roles.
Una victoria que aunque había sido pronosticada por las diferentes encuestas y ampliamente anunciada por los oficialistas, no deja de ser desmoralizante para un PRD que con serios conflictos internos, apostaba a un buen desempeño en estas elecciones como mecanismo de cohesión y prerrequisito de victoria para las presidenciales del año 2012.
Y aunque en términos municipales el PRD mejoró su desempeño y aumentó en 7 su matrícula de alcaldías, algo que sin duda es positivo porque beneficiará a una militancia ávida de empleos, el haber perdido sus 5 asientos en el senado lo coloca en una postura de humillante genuflexión política que aumentará el cuestionamiento a la forma de dirección de Miguel Vargas cuyo 2012 dependía en gran medida del 2010, arreciando las luchas intestinas. Así las cosas y vistos los hechos, mas allá del PLD, se puede afirmar que el gran ganador de estos comicios ha sido el Presidente de la República quien controlador del escenario político, es hoy a quien verdaderamente le encaja el otrora eslogan del PRD de avanzar (o arrasar) en el 10 para (volver a) ganar en el 12.
http://www3.listindiario.net/puntos-de-vista/2010/5/21/142942/Zurra-de-desquite
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