Lamentó que esta situación empañe el triunfo del diputado José Ricardo Taveras Blanco, de quien consideró que, de perder las elecciones sería una baja sensible, no sólo para Santiago, sino para el país que se desprendería de uno de los más competentes y comprometidos recursos humanos con que cuenta el congreso hoy en día. Admitió no obstante, que los errores contemplados en la auditoría del cómputo, tales como: digitación de una mesa en lugar de otra, omsión del cómputo de otra, así como contabilizar actas del distrito 01 en el 03 y viceversa, evidencian que se trata de simples errores humanos, en principio.
El senador de Santiago expresó que el pasado proceso electoral debe llevar la sociedad dominicana a una profunda reflexión sobre el cambio de la cultura política dominicana, advirtiendo que el clientelismo y el populismo están prostituyendo a algunos actores improvisados del sistema y por vía de consecuencia a la población. Garantizar el desaliendo de esas prácticas a través de una justa y exaustiva administración electoral, que sancione las malas prácticas de la cultura electoral es un imperativo necesario para poder consolidar la democracia dominicana.
Lamentó que la herramienta del voto preferencial, que debió ser una conquista sagrada para poner en manos del pueblo la decisión de quienes serán sus representantes, se haya prestado a distorciones éticas y morales que degradan la actividad política y la ponen en manos del que más puede, no del que más merece.
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