José Rafael Vargas
Santo Domingo
El tradicional escarseo post electoral, que en el lenguaje popular se conoce como derecho al pataleo, encuentra ahora nuevos elementos que agrietan las posibilidades internas del PRD, porque dirigentes importantes de la organización comienzan a cuestionar la capacidad gerencial de su presidente Miguel Vargas, quien ya ha dicho que no renunciará al puesto.
En cambio, la pendiente del jefe del PRD cruza por una acción más resbaladiza porque en el momento en que mejora la situación económica y los principales actores sociales comienzan a moverse, el partido opositor traza una estrategia de tomar las calles cuando el comercio y los sectores productivos lo que más necesitan es tranquilidad para que se muevan sus negocios, como lo acaba de advertir el empresario Pepín Corripio.
Otros líderes más inteligentes del partido blanco, mirando a lo interno, creen prudente que su organización se dedique a reflexionar sobre los errores repetidos cometidos en los últimos procesos electorales, porque desde hace más de treinta años los que pierden siempre dicen lo mismo: que le hicieron fraude, que compraron cédulas, que los recursos del Estado se movilizaron a granel, a pesar de que hubo ayuntamientos del propio partido opositor que movieron más dinero que los propios funcionarios.
Incluso hay lugares, como Moca, donde los días 15 y 16 los bancos privados se desangraron por la cantidad de efectivos que sacaron los candidatos opositores, movidos por varios empresarios privados vinculados a los aspirantes.
Con las denuncias de irregularidades lo que queda evidenciado es que el PRD no se preparó para la realidad que le tocaba vivir, porque las encuestas serias del país venían publicando con mucha anticipación los resultados del 16 de mayo.
Incluso Asisa llegó a publicarlo provincia por provincia, señalando que el PLD y sus aliados ganarían en 30 de las 32 provincias y que en una la competencia sería reñida.
Asisa estableció que la provincia La Altagracia sería ganada por Amable Aristy Castro y el PRSC, aunque advertía, como sucedió, que libraría una lucha cerrada con el PLD. Las únicas provincias en que habría alguna posibilidad de competencia sería en Dajabón, Valverde y María Trinidad Sánchez, como tal pasó.
La Penn and Shˆen también lo dijo con mucha anticipación, señalando que el PLD y sus aliados ganarían en el Distrito Nacional, la provincia de Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal. Nadie se explica que el PRD alegue fraude para las senadurías y no para las sindicaturas que ganó, incluyendo la de Santiago, donde se entiende que Sued perdió porque el PLD no unificó el voto a su favor.
Lo mismo se alega de Moca, donde además se movieron recursos incuantificables para atrapar la sindicatura, con acciones que se veían a plena luz del día, a la vista de todo el mundo. Sin embargo el PLD y los aliados no crearon una situación especial para impedir la victoria, pese a las debilidades que afronta el proceso electoral, con integrantes administrativos de las juntas municipales que responden abiertamente al eje opositor.
Discutir ahora si fue por fraude o por las debilidades del proceso no tiene mucho sentido, porque lo único real es que el PLD se coronó con la victoria, al obtener los 32 senadores de las 32 provincias porque en La Altagracia ganó un aliado del gobierno, del presidente Leonel Fernández y del partido oficial; pero también el PLD y sus aliados obtuvieron la mayoría de los síndicos, los diputados y los regidores.
Y eso lo que quiere decir es que ha habido un voto de confianza a las ejecutorias del gobierno y del partido oficial. Hay otras lecturas que habrá que analizar desde el gobierno, para evitar caer en la trampa del triunfalismo y la soberbia, y es la abstención electoral.
En el caso del gobierno y del PLD, lo mejor sería una política que sintonice con las aspiraciones y deseos de las comunidades, sobre todo porque en poco tiempo volverán a sonar las campanas de las elecciones presidenciales, y ahora el PRD tendrá muchas sindicaturas, lo que quiere decir que tendrá mucha cuota de poder, y el partido blanco sí sabe usarla, aunque atribuya al otro lo que precisamente sabe hacer.
El partido de gobierno deberá definir a tiempo esa estrategia, no sólo para fortalecer el gobierno en las comunidades, que es donde mayormente se asientan los votos, sino para que haya presencia permanente de las esferas oficiales, allí donde mayormente se asienta la pobreza. Por eso, el PLD ganó en El Seibo, en Dajabón, en Ocoa, en Espaillat y en otras poblaciones que otrora fueron asiento del partido opositor.
El gobierno ha comenzado bien, después de las elecciones, resolviendo uno de los problemas centrales del momento como lo es la lucha de los médicos por aumento salarial. Ese aumento también deberá beneficiar a las enfermeras que son tan sacrificadas como los médicos.
Si la economía sigue creciendo se mantiene la estabilidad, el dólar sigue controlado y la inflación baja, la preocupación del gobierno deberá ser atender las pequeñas obras de los pueblos, mover la economía, atraer inversiones, principalmente a las provincias, de manera que se generen empleos, afrontar el problema eléctrico y evitar las grietas internas.
Y esto será difícil en el PLD, porque si hay una cosa que todos aceptan, es que el liderazgo de Leonel es indiscutible, y las aspiraciones dependen mucho de ese eje.
De manera que este escarseo de estos días solo busca detener la pasión interna que reclama la cabeza de los líderes principales. Pero todos saben que en el partido blanco nadie se tiene confianza, de manera que escoger uno u otro da lo mismo. Y si se van a la guerra, la derrota será doble, porque en el país la gente lo que quiere es paz.
http://www3.listindiario.net/la-republica/2010/5/20/142821/PLD-se-prepara-para-librar-nuevas-jornadas-politicas
No hay comentarios:
Publicar un comentario