El Día de las Madres es una festividad que rinde tributo a las madres. Se celebra en diferentes fechas del año según el país.
Redacción de Clave Digital
domingo, 30 de mayo de 2010, 08:11 a.m.
SANTO DOMINGO, DN/República Dominicana.- Este domingo 30 de mayo, en República Dominicana, se celebra el Día de las Madres. Una conmemoración a esas mujeres luchadoras, que Dios utiliza como vehículo para hacer posible el milagro de la vida. Una madre siempre está cerca para sus hijos. Siempre da lo mejor de sí por el bienestar familiar. Es una mujer virtuosa, sabia, prudente y previsora. Una ayuda idónea de su marido, y una luchadora incansable.
El Día de las Madres es una festividad que rinde tributo a las madres. Se celebra en diferentes fechas del año según el país. El moderno Día de las Madres fue creado por Julia Ward Howe en 1870.
Feliz Día de las Madres. |
Fuente externa/Clave Digital |
Los primeros cristianos transformaron estas celebraciones en honor a la Virgen Maria, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que se mantiene en la celebración del Día de la Madre en algunos países como Panamá.
Nuestro deber como hijos es respetarlas y amarlas. Aceptar con amor sus correcciones, incluso cuando no estemos de acuerdo con su manera de disciplinarnos o aconsejarnos. Recuerda que los padres desean nuestro bienestar. Dios bendiga a todas las madres, y a los padres que las acompañan en tan arduo recorrido de criar a los hijos.
Como expresa el libro de Efesios 6, 1-4: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis la ira de vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”.
A continuación un poema y las letras del tradicional Himno a las Madres:
Añoranza por una madre
Añoro tus besos en las cejas
Cuando mis sueños eran vientos sobre el mar
El vivir era más simple entre tus cobijas
Me infundías aliento para vencer, y alardear
Tus manos tibias de seguridad eran cómodas
El escuchar tus latidos en un abrazo era un placer
Entrelazabas amor como bellas melodías
Para ti, los afanes se aplacaban con el creer
Me infundías fortaleza con sólo sentirte
En mis largas noches, te extraño
Chichigua en el cielo siente herirse
Cae abatida al estar lejos de tu suspiro
En la tristeza, disfruto de tu olor
Te siento presente en la distancia
Imagino que estás cerca tras sentir un clamor
Pero tu luz desvanece la nostalgia
Soy por ti, trazadora de destinos
Creadora de futuros y vencedora de tormentas
Quiero ser como tú en los maduros lirios
Encadenada a la paz de las limpias aguas
El tiempo y el espacio no son tan fuertes
Fueron atravesados por la lanza de mi amor por ti
No creo que sean barreras por siempre resistentes
Pues tu voz siempre responderá a mí
(Por Linda Valdez Zambrano. Dedicatoria a Linda Zambrano Santana. Buenos Aires, Argentina, mayo de 2009).
Himno a las Madres.
La autoria es de Trina de Moya, esposa del ex presidente Horacio Vásquez, que gobernó de 1924 a 1930. Éstas son las letras originales y completas del Himno a las Madres, originalmente titulado "El Día de las Madres", y publicado en el libro Patria y Hogar.
Venid los moradores
del campo y la ciudad,
y entonemos un himno
de intenso amor filial:
Cantemos a las madres
la ternura, el afán
y su noble atributo
de abnegación sin par.
Celebremos todos la fiesta más bella,
la que más conmueve nuestro corazón;
fiesta meritoria, que honramos con ella
a todas las madres de la creación.
¡Quien, como una madre, con su dulce encanto,
nos disipa el miedo, nos calma el dolor,
con solo brindarnos su regazo santo,
con sólo cantarnos baladas de amor!
De ella aprende el niño la sonrisa tierna,
el joven la noble, benéfica acción;
recuerda el anciano la oración materna
y en su alma florece la resignación.
CORO: Venid los moradores...
Celebremos con flores la tumba sencilla
de madres que moran en la eternidad,
y ornemos con flores la frente en que aún brilla,
en que aún brilla y fulge la maternidad.
Para ello escojamos frescas azucenas
-simbólicas flores de aroma ideal-,
blancas como el alma de las madres buenas
y con algo místico y sentimental.
http://www.clavedigital.com/App_Pages/Ocio/Ocio.aspx?id_Articulo=6043
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