Con motivo de la celebración del trigésimo aniversario de su fundación, la Fuerza Nacional Progresista desea ratificar en este Altar de la Patria, donde reposan los restos de los fundadores de nuestra Nación, su inquebrantable compromiso con la defensa de sus mejores causas, de su soberanía, su integridad territorial y su identidad nacional.
En el último decenio, la nación dominicana, por su estratégica ubicación en el continente –centro del Caribe, centro de las Américas‐ viene experimentando los efectos adversos, potencialmente desestabilizadores, de fenómenos peligrosos y extremos que se verifican en nuestra región, o que provienen del entorno exterior global.
Como organización política responsable hemos proclamado con insistencia la necesidad de fortalecer el proyecto nacional dominicano, como único instrumento eficaz para encarar los desafíos y pruebas a que nos someten estas arduas realidades.
Hoy volvemos a repetir:
Solo un proyecto nacional que unifique, integre y movilice a todos “los buenos y verdaderos dominicanos” garantizará la continuidad histórica de la Nación que fundaron Duarte, Sánchez y Mella y que ha sido preservada por las sucesivas generaciones de próceres que han emulado su ejemplo de entrega y sacrificio, de trabajo y fe en la Patria.
Ahora que nos toca actuar, en un presente tan complejo y desafiante, de cara a un porvenir cargado de grandes expectativas e incertidumbres, debemos cumplir con nuestro deber y nuestra misión, para que nosotros y nuestros descendientes alcancemos a vivir con mayor seguridad, libertad, prosperidad y honor.
La tarea de fortalecer el proyecto nacional dominicano nos impone grandes y verdaderos cambios. El 26 de enero, día de Duarte, fue proclamada una nueva Constitución, fruto de un innegable esfuerzo plural y participativo, en el que los progresistas realizamos importantes aportes, que serán dados a conocer en forma detallada en una edición especial comentada de la Constitución de la República.
Aunque tenemos serias reservas frente a ciertos aspectos cruciales de la nueva ley sustantiva, debemos reconocer que las misma es más democrática, que amplía el marco de los derechos, deberes y garantías ciudadanas, que distribuye mejor la competencias y controles entre los distintos órganos públicos, y que delinea con mayor claridad las metas programáticas del proyecto nacional.
Sin embargo, esos cambios constitucionales solo se han verificado en el papel, es decir, hasta ahora son cambios documentales o de forma. El pasado proceso electoral evidenció que las clases dirigentes, en especial la clase política, no han experimentado cambios en el plano profundo y decisivo de los valores y creencias, de las actitudes y prácticas que han caracterizado la cultura política tradicional.
Al evaluar lo acontecido en ese proceso electoral debemos decir con pesar, que no hemos avanzado –que más bien hemos retrocedido‐ en orden a la superación de un esquema de relaciones políticas o de poder que es poco democrático, excluyente, injusto, y sobre todo, tan oneroso, que resulta impagable para la economía y la sociedad, para las fuerzas dinámicas y productivas, para las capas medias y la población que sobrevive en pobreza y marginación.
La Fuerza Nacional Progresista, consciente de que fortalecer el proyecto nacional dominicano implica crear instituciones fuertes, en una cultura política mas democrática y participativa, luchará para superar esa esquema que le ofrece a la mayoría de los dominicanos como favores o gracias que se otorgan a discreción, lo que deben ser verdaderos derechos y libertades, tutelados por políticas publicas responsables..
Toda nuestra política estará dirigida a hacer de los dominicanos y dominicanas ciudadanos más seguros, más libres y más productivos. Ciudadanos cada vez menos dependientes de favores y gracias , menos impedidos o discriminados por la falta de oportunidades, o por el irrespeto o aplicación discrecional de las leyes, o por un sistema de impuesto irracional, opresivo o confiscatorio.
En esto reside la clave de nuestra agenda de cambios progresistas que impulsamos con firmeza tanto en el Congreso, como en la formulación y debate de las políticas públicas.
Estamos comprometidos con un mayor acceso a la información y el conocimiento, en apoyo a cambios sustanciales en el sistema educativo nacional, incluida la promoción vigorosa de la ciencia y la tecnología.
Estamos comprometidos a garantizar el acceso a la propiedad con titulo, para mejorar la solvencia y el crédito de las familias y las personas.
Estamos comprometidos a preservar el derecho de los dominicanos a trabajar y prosperar mediante políticas activas de empleos dignos y bien remunerados, y garantía de cumplimiento de las normas de nacionalización del trabajo.
Estamos comprometidos a apoyar a los que con autentico sentido productivo o empresarial generan verdaderas riquezas en el taller, la fabrica, la empresa y los surcos de la tierra.
En fin, si queremos preservar la nación, no debemos olvidar el mandato de Duarte, cuando nos dijo, con ecos de eternidad:
“Sed justos lo primero si queréis ser felices”.
Los progresistas tenemos que trabajar, confiando en el Dios providente que nos acompaña conforme a nuestro lema fundacional:
Paz, Justicia y Libertad,
Con la conciencia de que la paz es el fruto de la justicia, y que la justicia es el resultado de un ejercicio responsable de la libertad.
Viva la República Dominicana. Viva los Padres de la Patria. Viva la Fuerza Nacional Progresista. Viva su Presidente y Líder
6 de Julio, 2010.
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