miércoles, 4 de marzo de 2009

El Clásico y nosotros

Por Pedro Domínguez Brito
4 de Mar 2009 12:00 AM

A partir de mañana, los que amamos el deporte estaremos inmersos en la segunda versión del Clásico Mundial de Béisbol, el cual se denomina “clásico”, no por su antigüedad (que no la tiene), sino porque se infiere que es el principal evento de esa naturaleza en el planeta.

Ya será una sensación observar a jugadores de Italia, Holanda o Australia con un bate en la mano, discutiendo en el medio del play o robándose una base, con la salvedad de que algunos de los hinchas cuando contemplen un cuadrangular de los suyos podrían confundirse y gritar: ¡goool!

¡Ah! ¡Y qué decir de los misteriosos orientales, representados por China, Japón, Taipei y Corea del Sur! Esos nos asustan, pues nadie los conoce, además de que parece que son bastante aplicaditos, algo que nos falta.

A ellos se agrega Cuba, que salvo por su inconfundible sabor latino, son extraños para nosotros, aunque en el fondo y en la superficie, luego de Dominicana naturalmente, sea el equipo de preferencia para la mayoría de nuestra gente.

Hablemos en serio. Este campeonato ha tenido cuestionables contratiempos, sobre todo en países con amplias posibilidades de ganar, ya que se les complicó conformar sus equipos, pues a muchas de sus luminarias se les impidió participar.

En este orden, las malas lenguas dicen que todo fue ha propósito, que los amos y señores de las Grandes Ligas actuaron para beneficiar al equipo representativo de los Estados Unidos de América.

Es como si en el deporte, al igual que en la guerra, todo se permitiera.

Y América Latina fue la más perjudicada.

Algunos consideran que la ausencia de varias estrellas del béisbol de México, Venezuela y República Dominicana, puede empañar esta celebración.

De todas maneras, ya estamos ahí, y debemos respaldar con todas nuestras fuerzas a nuestros jugadores, ahora capitaneados por un símbolo de nuestro béisbol: Felipe Rojas Alou. Nuestros atletas van a echar la pelea, como saben hacerlo en el terreno del juego.

A pesar de nuestras lamentables ausencias, contamos con un equipo sólido, motivado y con deseos de poner en alto nuestra enseña tricolor.

Además, a nosotros como pueblo nos hace falta algún triunfo colectivo, que nos una y que renueve nuestras esperanzas de que, a pesar de las dificultades, podemos seguir adelante y construir una mejor patria.

Disfrutemos con alegría este Clásico y apoyemos sin reservas a nuestros héroes por excelencia: los peloteros.
Pedro Domínguez Brito es abogado

http://www.elcaribe.com.do/index.php?option=com_content&view=article&id=200712:el-clasico-y-nosotros&catid=293:pedro-dominguez-brito&Itemid=354

1 comentario:

Anónimo dijo...

esperamos que los que pudieron conformar el equipo dominicano puedan realizar un papel digno, desde esta patria les apoyaremos siempre