Al definir como política equivocada y fracasada la referida al embargo comercial y financiero que por casi cincuenta años mantiene Estados Unidos contra Cuba, el presidente Leonel Fernández ha interpretado el sentir de la mayoría del pueblo dominicano que también reclama del presidente Barack Obama el levantamiento de ese despropósito de retaliación imperial.
Fernández, quien agota una visita de cinco días en Cuba, confió en que Washington reconsiderará esa política de agresión condenada también por la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) y por otros muchos foros mundiales y regionales, que consideran ese tipo de represalia incompatible con la convivencia humana.
Los dominicanos tienen el compromiso de rechazar a todo pulmón ese inhumano bloqueo, por su histórica y fraternal hermandad con el pueblo cubano, simbolizada en el cacique Hatuey, Máximo Gómez, José Antonio Mella y otros muchos símbolo de lucha y redención, y porque también ha sufrido en carne propia los zarpazos del monstruo del que habló el apóstol José Martí.
La visita del mandatario dominicano a Cuba ha de servir para reafirmar lazos perennes de amistad recíproca entre ambos pueblos y para suscribir acuerdos de asistencia entre los dos países sobre temas de educación, agricultura, tecnología y cultura.
Con su rechazo y repudio al bloqueo estadounidense contra Cuba, el presidente Fernández se une al conjunto de mandatarios latinoamericanos y caribeños que han roto amarras de miedo y dependencia política para sumarse al coro mundial que reclama poner fin a una dilatada forma de genocidio.
A pesar de los elevados niveles de dependencia en todos los órdenes de República Dominicana hacia las directrices de Washington, el liderazgo político nacional ha estado siempre unificado alrededor de la condena más firme contra el bloqueo que impide que a Cuba lleguen por vías normales alimentos, medicina, insumos y tecnología.
Estadistas y líderes como los fallecidos Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Antonio Guzmán, Joaquín Balaguer y Jacobo Majluta, entre otros, censuraron de manera abierta o tímida el fin de esa insana política estadounidense contra la patria de Martí y Maceo. Balaguer llegó a pedirle al comandante Fidel Castro que lo considerara “un soldado de su causa”.
Reconfortan, pues, las declaraciones de condena y rechazo al bloqueo contra Cuba, formulado ayer en La Habana por el presidente Leonel Fernández, porque dan continuidad a una posición invariable del liderazgo político y porque reflejan la voluntad del pueblo dominicano.
http://www.elnacional.com.do/editorial/2009/3/4/9303/Muy-bien
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