PRD, reforma y superficialidad

Por Namphi Rodríguez
25 de Mar 2009 12:00 AM
¿Puede el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) mostrar el candor de quien no tiene nada que esconder en la reforma constitucional? Claro que no.

Si hay un asunto que evidencia la profunda división en que está sumida esa organización política es la reforma constitucional.

Más allá de las candilejas de los medios y del patetismo de Hugo Tolentino Dipp y de Enmanuel Esquea Guerrero, para quienes la reforma es “retrógrada, natimuerta y espúrea”, la propuesta que se debate en el Congreso ha caído en el hoyo negro de los intereses grupales de los perredeístas, que no han logrado unificar una posición y actualmente sólo la reducen a su pobre interés por la fórmula que le permitirá o no a Hipólito Mejía volver a correr por la presidencia de la República.

Los acólitos del ex gobernante se han ido escorando en la idea de que Mejía pueda volver a aspirar a la primera magistratura después de un período de receso y tras optar dos veces por la “silla de alfileres”.

La fórmula es votar a favor de esta salida que abrirá el camino a Hipólito y colocará una espina en el zapato de Miguel Vargas Maldonado.

“Vamos a proponer una cláusula transitoria que impida que el presidente Leonel Fernández se pueda postular en las elecciones del 2012”, ha dicho el lenguaje envolvente de Rudy González, el escuálido portavoz de los diputados perredeístas, para darle un barniz opositor a su real intención.

Es como si Leonel fuera una especie de “Cid campeador” que resultara invencible en el juego limpio de la política vernácula, pese a lo impredecible que suele ser el futuro para un presidente en ejercicio.

Mientras tanto, Orlando Jorge Mera trata de anteponer el teatro a la realidad cuando dice que el PRD se mantendrá “unido monolíticamente para garantizar el estado de derecho” en la reforma constitucional.

¿A qué estado de derecho se refiere esta retórica vaga y oxidada del principesco secretario general del PRD? ¿Acaso no han sido ellos quienes han decidido apartarse del debate, a pesar de que en el momento de designar la comisión que redactó la propuesta de reforma el Presidente tuvo el cuidado de incluir dos notables representantes de esa corriente política?

Por qué mejor no se admite que el PRD no tuvo nunca una propuesta concreta sobre el contenido de la reforma.

Que, muy por el contrario, decidió escudarse en el debate superficial de nuestra impenitente sociedad civil sobre el mecanismo de reforma y la manida asamblea constituyente.

Pero, todo esto hay que comprenderlo en el contexto de las irreconciliables pugnacidades a que nos tienen acostumbrados los perredeístas, incapaces de ponerse de acuerdo para debatir los problemas nacionales y, como tirios y troyanos, consumidos en la superficialidad de los temas y en el desbordamiento de las apetencias personales y grupales.

Lo lamentable es que nuestra segunda fuerza política desdeña una oportunidad maravillosa para “democratizar la democracia” y plantear un estado de derecho menos inequitativo en momentos de tantas tribulaciones sociales y políticas.

Lo peor de todo es que…nadie dice nada.
Namphi Rodríguez es periodista y abogado
namphirodriguez@gmail.com

http://www.elcaribe.com.do/index.php?option=com_content&view=article&id=202915:prd-reforma-y-superficialidad&catid=290:namphi-rodriguez&Itemid=351