Vinicio A. Castillo Semán - 5/3/2010
La semana pasada la firma encuestadora norteamericana Penn & Shoen (que trajo al país el PRD, en la época de Jorge Blanco) dió a conocer los resultados de una encuesta en la que sitúa al Partido de la Liberación Dominicana y al Bloque Progresista con una amplia ventaja sobre el Partido Revolucionario Dominicano en las elecciones congresionales y municipales que se celebrarán el próximo día 16.
Las reacciones han sido de gritos y desesperación de los perredeístas y de sus voceros mediáticos. No alcanzo a entender cuál ha sido el asombro de éstos, porque, que yo sepa, no ha existido después de la derrota aplastante de Hipólito Mejía en el 2004, ninguna encuesta ni nacional ni extranjera que haya situado al PRD por encima de la sumatoria de los votos del PLD, el PRSC, el BIS, la FNP, la APD y demás aliados.
La última “encuesta” congresional y municipal realizada por el pueblo dominicana le dio una amplia ventaja al PLD y aliados, el 16 de mayo del año 2006. Dos años después, en el 2008, ese pueblo, el mismo que va a votar dentro de 13 días, le dió al PLD y aliados un 55% de los votos que, sumados al 5% del Partido Reformista Social Cristiano, representarían un 60% del electorado nacional.
¿Qué ha pasado en el país para que ese 60% pueda electoralmente cambiar su preferencia hacia el 40% de la población que prefirió al PRD? Luego de esas elecciones del 2008, lo que sobrevino, si mal no recuerdo, fue la crisis financiera más grande que haya conocido la historia moderna en el mundo.
Lo que se produjo y se pronosticó para el último semestre del 2008 y 2009 para todos los países del mundo, y particularmente para Latinoamérica, fue una verdadera tormenta, similar a la graficada en el spot de campaña realizado por el ex Senador del Distrito Nacional José Tomás Pérez en apoyo a su partido y aliados.
¿Qué ocurrió frente a esa gran turbulencia mundial; frente a esos escalofriantes presagios? Algo que nadie en su sano juicio puede discutir. La estabilidad económica, social y política de la nación, al mando de Leonel Fernández como eje fundamental de confianza en el timón de la nave del Estado, bien asistido desde el punto de vista técnicoeconómico y con una tripulación congresional adecuada (y no obstruccionista o guerrillera), se mantuvo sin mayores sobresaltos, para el bien de todos los dominicanos. La tasa del dólar, la inflación, el desempleo, fueron controlados con destreza por esta administración hasta llegar a un 2010, en el que se está dando una innegable reactivación económica de todos los sectores, que pronostica un crecimiento considerable de la economía para final de este año.
Esa realidad objetiva es la ventaja fundamental que el PLD y aliados pueden exhibir ante el caos, el desorden, que ha representado el Partido Revolucionario Dominicano las veces que en los cuatrienios 78-82, 82-86 y 00-04, y a la forma coherente y contínua en que los gobiernos perredeístas destruyeron la economía dominicana con inflación, devaluación y desempleo.
Independientemente de lo anterior, en el plano político, la poderosa coalición electoral que comanda el PLD, lejos de desmoronarse o erosionarse, lo que ha hecho es fortalecerse aún más con el ingreso de forma institucional del Partido Reformista Social Cristiano, ante un palpable y evidente aislamiento del Partido Revolucionario Dominicano en materia de alianzas.
Esa política correcta de coalición de fuerzas fue precisamente la que impuso en el Comité Político del PLD el Presidente Leonel Fernández con el apoyo de José Tomás y Francisco Javier García, ante el sectarismo y la miopía de otros dirigentes de esa organización, que trataron de impedir que la alianza con el PRSC fuera una realidad.
Conjugado y paralelamente a la situación descrita, el PRD se encuentra atravesando uno de sus momentos más difíciles a lo interno de esa organización. Para nadie es un secreto ya, que existe más de un sector apostando a un triunfo arrollador del PLD y aliados el próximo 16 de mayo.
Los cuchillos están bien afilados y la mesa está servida para comerse vivo a Miguel Vargas Maldonado, Presidente del PRD, en unos días, echándole la culpa de una eventual derrota aplastante a una supuesta errada y desacertada conducción política llevada a cabo por él, del partido del jacho prendido.
A la cabeza de ese plan contra Vargas Maldonado está Hipólito Mejía, quien ya ha anunciado que lanzará su proyecto presidencial inmediatamente transcurra el certamen electoral venidero.
La plataforma de lanzamiento de Hipólito como aspirante presidencial son las cenizas que representarán la derrota del PRD. Por eso está trabajando activamente para que el slogan de “avanzar en el 10 para ganar en el 12” de Vargas Maldonado, caiga estrepitosamente.
Hipólito y los que le acompañan en esa trama política saben que si el Ing. Vargas lograra mantener o avanzar, aunque sea un poco, en el 10, nadie le discutiría en el PRD que es el seguro candidato presidencial para el 12.
La fortaleza de la coalición del PLD y sus aliados, sumada al aislamiento del PRD en materia de alianzas y a la división interna de ese partido, adelantan por donde quiera que se analice, cuáles serán los resultados electorales del próximo 16 de mayo.
http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=140539
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