Hace cuatro años los dominicanos tuvimos una cita con el futuro. En esa oportunidad elegimos al doctor
Leonel Fernández como
Presidente de la República.
Al mirar hacia atrás, como obligatoriamente tenemos que hacer, debemos sentirnos muy satisfechos de esa elección, pues fruto de esa decisión hoy tenemos una realidad económica, social e institucional muy diferente a la que predominó durante el período 2000-2004.
Muchos analistas interesados quieren borrar ese lamentable período de nuestra historia reciente, y hablan de lo que ha pasado con la economía en los últimos diez años, sin detenerse en esos cuatro años, haciendo críticas al modelo económico con el propósito de ocultar a los verdaderos responsables de que hoy la República Dominicana no esté en mejor posición en cuanto a los indicadores internacionales de bienestar humano.
Por ejemplo, se habla de que el endeudamiento público se ha duplicado entre el 1997 y el 2007. Pero se olvidan que entre el 1997 y el 2000 la deuda externa se redujo, y que entre el 2001 y el 2004 ese endeudamiento externo prácticamente se duplicó.
Durante la presente gestión esa deuda ha crecido cerca de un 15%, como resultado del acuerdo que fue necesario hacer con el FMI y de la renegociación de la deuda externa, luego de la crisis económica heredada por este gobierno.
Adicionalmente, la deuda con los suplidores externos (una deuda con un alto contenido de corrupción) se elevó a casi USD400 millones en el gobierno pasado, mientras que al día de hoy está por debajo de los USD20 millones.
Otro ejemplo es el de los niveles de la pobreza. Se dice que en comparación con el año 2000 hoy la pobreza es mayor. Y es verdad.
Pero no se dice que entre el 2001 y 2004 la pobreza creció más de un 50% y que en los últimos cuatro años la pobreza se ha reducido sustancialmente.
Aunque tenemos menos pobreza que en el 2004, todavía estamos por debajo del año 2000. No olvidemos que se toma menos tiempo en destruir que en construir.
Asimismo, se dice que tan solo hemos creado 900,000 nuevos empleos en la última década, y no se dice que entre el 2001 y 2004 se destruyeron cientos de miles de empleos, y que en la actual gestión se han creado 470,000 empleos.
En definitiva, los dominicanos tenemos, el 16 de mayo, una nueva cita con el futuro. O si se quiere, con el pasado. Es nuestra responsabilidad elegir entre una cosa y la otra.Pedro Silverio es economista
http://www.elcaribecdn.com
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