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Lo hemos dicho en reiteradas ocasiones el Metro de San Santo Domingo es una espina clavada en el corazón de gentes frustradas, enemigas del progreso, deseosas de haber sido ellos los escogidos para construir la obra, o sencillamente para hacer los estudios de suelo, o por lo menos que se les cuestionara, y por eso se les pagara altas sumas de dinero.
Las criticas de la oposición se entienden, y quienes desean ser narigoneados por los dirigentes o candidatos de esos partidos, sabiendo que en el fondo están con la obra pero no se atreven a decirlo ni escribirlo, que sigan siendo entes manejables, por lo pronto nosotros estamos y estaremos siempre de acuerdo con la construcción del Metro.
Todo lo malo que se le puede desear a una obra se le deseó al Metro, las cosas no salieron como lo vaticinaron algunas bocinas, en la ocasión de la oposición, y era de esperarse que luego de su rotundo fracaso se pusieran a esperar para ver por donde le podian hacer más criticas al Metro e indisponer la obra, que es lo que quieren con los posibles usuarios, por eso los apagones ahora son producto de que se puso en prueba operacional el Metro la envidia, el dolor, la frustración por el triunfo ajeno les ha llevado a buscar por todos los medios desacreditar una obra que marca un antes y un después y que nadie medianamente inteligente se puede oponer por lo menos a que se ponga en ejecución por el gobierno que sea.
El Metro camina con plantas propias, es una obra donde todo está friamente calculado por el gran ejecutor de las obras del Presidente de la República, el Ing.Diandino Peña conocido ya como el gran Faraón.
Sería interesante que los enemigos del Metro fueran bus cando otras cosas en las que emplear su veneno, porque está visto: No han podido con el Metro.
Autor: GERMAN MARTINEZ
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